Tributo y obsequio

Manuel J. Jáuregui

Quizá pueda criticarse a Carlos Slim por sus prácticas de negocio, pero ciertamente no se le puede criticar, sino al contrario, aplaudir, por la gigantesca aportación cultural que acaba de hacerle a México.

Llevando el nombre de su finada esposa, Soumaya, Slim inauguró el martes un singular museo, el cual ha puesto a disposición de los mexicanos: tributo y a la vez obsequio.

Slim, en su faceta personal, es uno de los principales coleccionistas en el mundo de la obra del afamado escultor francés, Auguste Rodin, autor entre muchas otras obras famosas, de "El Pensador" (1881) y "El Beso" (1888-89), consideradas como referencia en la historia del arte.

De manera que esta magnífica colección de esculturas de Rodin, al igual que otras espectaculares obras de artistas como Da Vinci (sí, Leonardo), El Greco, Monet, Cézanne, Toulouse Lautrec, Van Gogh, así como grandes maestros mexicanos de la talla de Rufino Tamayo y Diego Rivera, estarán ya al acceso del público.

El espectacular museo, de exterior modernista en aluminio diseñado por el arquitecto mexicano Fernando Romero, cuenta con seis niveles y más de 17 mil metros cuadrados de instalaciones y se encuentra en el barrio de Polanco en la Capital mexicana.

Este espacio apenas es suficiente para mostrar más de SESENTA MIL piezas que forman parte de esta espectacular colección, puesta el martes a disposición del pueblo de México y que, además de obras artísticas, cuenta con piezas históricas, como una extensa colección de monedas y billetes, así como de muebles antiguos.

La admisión al museo será gratuita, lo cual implica que su costo de manutención (así como el de su construcción) son y serán absorbidos cien por ciento por la Fundación Slim.

Ningún fondo público está involucrado en el proyecto, lo cual nos parece un ejemplo a seguir para otros museos "mixtos" (privados-públicos), ya que en un País como el nuestro, con tantas carencias, hay ocasiones en las que la cultura es un lujo que no puede cargársele al pueblo excluyendo necesidades mucho más apremiantes.

En la inauguración el martes por la noche, el Presidente Calderón afirmó que este museo es uno de los pocos, muy pocos, espacios en que los mexicanos pueden aprender sobre los grandes maestros de todos los tiempos. Con este museo, dijo el Mandatario, México se coloca a la vanguardia del arte mundial y la arquitectura.

Siendo así, como les decíamos, no se puede más que aplaudir este gran obsequio a los mexicanos que es el nuevo Museo Soumaya.

Esta gran aportación a la vida cultural de México merece ser reconocida, independientemente de los gustos o disgustos personales o comerciales que cada quien pudiera manifestar en torno a esta controvertida personalidad del mundo empresarial mexicano.

Si Slim es o no es el hombre "más rico" del mundo (algo que se puede estimar, pero no comprobar) resulta inmaterial, lo que sí es importante es que, siendo el más adinerado DE MÉXICO -esto sin duda- ha decidido contribuir generosamente a la vida cultural nacional e incrementar su patrimonio cultural regresándole al País algo de lo mucho que éste le ha dado.

De este acto de filantropía quizá puedan desprenderse en cascada otros similares por parte de muchas otras familias mexicanas económicamente privilegiadas.

Se antoja que en el ámbito de la EDUCACIÓN hay mucho por hacer, quizá sea necesario enfatizar el otorgamiento de BECAS escolares; en el terreno de la SALUD igualmente pueden realizarse esfuerzos enfocados a remediar las carencias apremiantes de los más necesitados.

Cierto que la creación de empleos es en sí una gran contribución al bienestar nacional, sin embargo, como quiera se requiere en el País un esfuerzo colateral para atender en forma directa angustiantes carencias.

Creo que no necesitamos convencerlos mucho, amigos, que para combatir EL MAL debemos hacer EL BIEN.

Esto es, en las condiciones actuales en las que parece que el diablo anda suelto, quienes están en posibilidad de hacer el bien deben acudir a él como antídoto.

Hay muchas áreas de oportunidad: todo es cuestión de tomar lo positivo y desplegar la pasión por México, que si bien todos tenemos, no todos estamos en posición de manifestar por la vía del benéfico ALTRUISMO.