Redacción EjeCentral.com.mx
El Buró de Alcohol, Tabaco, Explosivos y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) opera con un complicado sistema que dificulta el rastreo de rifles y pistolas.
Los vacíos del sistema vienen directamente desde la solvencia de esa oficina, pues funciona con presupuesto del gobierno federal estadounidense que le prohíbe usar los datos obtenidos en sus bases como parte de investigaciones en procesos civiles que podrían suspender o quitarle el permiso a una tienda que vende armas.
Las limitaciones de la ATF crecieron después de una serie de reformas propuestas por el legislador republicano Todd Tiahrt en el 2003.
Entre otros puntos, las reformas Tiahrt estipulan que los datos que las agencias de seguridad estatales o municipales obtengan al rastrear armas en bases electrónicas de la ATF no podrán ser usadas en procesos administrativos.
Esta reforma se aprobó para evitar que las armerías fueran demandadas como proveedores de armas.
Durante la mayor parte de la década de loa años 2000, de hecho, se prohibió por completo que la ATF compartiera la información, algo que fue aclarado hasta el año fiscal 2010, cuando se estipuló el alcance de ese punto de la reforma Tiahrt.
Otra de las limitantes es que la revisión de antecedentes no penales de todo individuo que solicite comprar un arma es destruida 24 horas después de que ésta haya sido aprobada por el Departamento de Justicia. Esto complica la detención de individuos que realicen “compras hormiga”.
Además, la ATF no tiene el poder para solicitarle a un vendedor de armas que haga un inventario físico anual y reportar toda arma que haya sido robada o que no haya sido perdida.
Las reformas Tiahrt complican las investigaciones multi estatales de las distintas agencias de seguridad de Estados Unidos, dijeron congresistas al Minnesota Public Radio, pues las autoridades se llevan mucho más tiempo en intentar rastrear un arma que fue usada en un delito.
Legisladores entrevistados por ese medio afirman que la ATF está severamente limitada por grupos de poder que buscan defender el derecho de los estadounidenses a comprar y poseer armas.
Relaciones Exteriores se deslinda de operación Rápido y Furioso
Patricia Espinosa, titular de esa dependencia, dijo ayer que su oficina no tiene participación directa en las investigaciones que se llevan a cabo por el operativo estadounidense Rápido y Furioso, que permitió la entrada de armas a México bajo vigilancia.
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