Prensa Yvke Mundial/Agencias
El Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) advirtió que los precios de los alimentos en el mundo alcanzan los niveles más altos de las últimas dos décadas.
Según el organismo, la subida se debe, principalmente, al cambio climático y al mercantilismo industrialista.
En un informe publicado, la FAO precisó que en febrero pasado se alcanzó un nuevo tope en el precio de los alimentos, que ha subido de manera consecutiva en los últimos ocho meses.
El organismo multiestatal agregó que el índice de precios de alimentos llegó a 236 puntos, por encima de los 231 puntos alcanzados en enero.
"Se trata del mayor nivel desde que la FAO empezó a medir los precios de los alimentos en 1990", reseñó el texto.
La organización enfatizó que con excepción del azúcar, todos los demás productos subieron sus precios en febrero en el mercado internacional, "especialmente los productos lácteos y los cereales".
En este sentido, la FAO demostró especial preocupación por el aumento de cereales y afirmó que "frente al aumento de la demanda y el descenso de la producción mundial de este rubro básico en el 2010, se espera que las reservas mundiales de grano sufran una fuerte caída a raíz de la baja de los stocks (depósitos) de trigo”.
Por su parte, el director de la División de Comercio y Mercados de la FAO, David Hallam, indicó que “las inesperadas alzas del precio del petróleo pueden agravar aún más la situación, ya de por si precaria, de los mercados alimentarios".
“La situación con este aumento agrega más incertidumbre sobre las perspectivas de los precios, justo cuando va a comenzar la siembra en algunas de las principales regiones productoras", añadió.
Según las estadísticas, el índice global de alimentos aumentó en un mes un 2,2 por ciento. En esta lista, el azúcar fue el único producto que se abarató un poco con respecto a enero.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Instituto Americano de Cooperación para la Agricultura (IICA) advirtieron que los incrementos en los precios de los alimentos agrícolas se deben a la alta volatilidad en los mercados internacionales.
Sin embargo, hay mercados especiales, como los latinoamericanos, cuyas alzas se debieron principalmente al cambio climático, cuyas inundaciones y sequías causaron grandes afecciones a los cultivos.
En estos países se incluye Bolivia, donde el presidente Evo Morales ha reiterado en varias ocasiones el riesgo existente no sólo por la naturaleza y el calentamiento global del planeta, sino por las políticas irracionales de industrialización que llevan adelante algunas naciones desarrolladas.
Para la FAO, la principal preocupación en cuanto a este tema es que “la volatilidad de los precios agrícolas no va acompañada de mayores rentabilidades esperadas” sino que por el contrario “se podría esperar disminuciones en las inversiones” que a su vez generaran menor producción.
Pese a esto, la FAO espera que los cultivos de invierno en el hemisferio norte sean en general favorables, y prevé que la producción de trigo se incremente en cerca del 3 por ciento en 2011.
La organización advirtió que los altos precios afectarán especialmente a las personas más pobres y a los países importadores de alimentos.
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