lunes, 14 de marzo de 2011

Cambios...


Juan Enríquez Cabot

Siempre divertido, interesante y extenuante, asistir a la conferencia TED. Para mi gusto es el lugar donde se concentran la gente e inventos más interesantes del mundo en dado momento. Siempre hay de qué, y de quién, aprender. Pero este año, en lo que escuchaba las pláticas, se me ocurría que vivimos un cambio verdaderamente importante...

Se discutió Egipto, y apareció en pantalla quien dirigía Google en ese país y que acabó dirigiendo parte de la revolución usando Twitter y Facebook. También se presentó, desde prisión virtual, el gran artista/activista chino Ai Weiwei. Pero el cambio de fondo no fue una presentación en particular. Más bien el cambio de fondo se intuía, se veía una y otra vez en términos de proyectos ultracomplicados, con enormes implicaciones, pero distribuidos en pequeños y sencillos cachitos. O sea, el trasfondo, no explícito, detrás de varias presentaciones fue un cambio cualitativo en poder de cómputo y en inteligencia distribuida...

Palabrerío exótico... ¿qué significa esto en la realidad? La primera insinuación que algo de fondo había cambiado fue Eric Whitacre. Tipo bastante carita, aspiraba ser gritón de una banda roquera. Pero descubrió los cantos corales clásicos y se enamoró de ellos. Empezó a componer y conducir. Después de varias premieres exitosas, soñaba con colaborar con talento mundial, pero no había ni los recursos ni el tiempo para poder lograr esto. Por lo cual decidió lanzar un coro virtual. Puso un solo video en YouTube. El video tiene las diversas partes que tienen que cantar tenores, altos, bajos, et al. Y tiene la imagen de Whitacre conduciendo, en perfecto silencio, la pieza virtual.

Hazte un favor. Mete a Google el nombre de la primera pieza virtual de Whitacre, Lux aurunque, y ve el video. Lo que ves y escuchas no sólo es un coro de calidad mundial sino un ejemplo extraordinario de inteligencia distribuida. Whitacre recibió 185 piezas de canto de 12 países. Cada cantante se adjudicó su propia parte, cantó solo, puso su pieza en YouTube. Whitacre las juntó, editó y creó algo extraordinario, visto por más de un millón de personas. En abril podrás ver la premier de Sleep, que incluye 2 mil 158 voces de 58 países (http://ericwhitacre.com/the-virtual-choir).

Acto seguido Aaron Koblin, director creativo de Google, presentó ejemplos adicionales de lo que ocurre cuando se junta poder de cómputo masivo con creatividad individual. Por una parte puedes ver el ballet que ocurre cada día, mes, año con cada vuelo que entra y sale de América del Norte. Puedes reconfigurar por tipo de avión, motivo del vuelo, hora, o cualquier otra variable. Este software también te permite tomar ocho fotos de Johnny Cash y pedirle al mundo que las interprete, redibuje, reconfigure para crear miles de imágenes individuales que se pueden usar para ilustrar un video nominado para un Grammy. Y si te fijas bien, hay varios cuadritos bajo la canción. Cada cuadro te dice exactamente quién, de los 250 mil participantes, dibujó cada imagen, dónde, qué tiempo le tomó: www.TheJohnnyCashProject.com.

Muchos padres toman fotos o videos de sus hijos... mas no con la intensidad de Deb Roy. Este profesor del Media Lab del MIT colocó micrófonos y video en todos los cuartos de su departamento antes de nacer su primer hijo. Ok, quizás hayas visto algo similar en Big Brother o los otros reality shows. Pero lo que es distinto es que Roy grabó cada instante de cómo se mueve cada persona en la casa, cómo interactúa, qué dice. Y así pudo establecer mapas exactos de cómo y cuándo aprendió cada palabra su hijo entre el nacer y los cinco años. Es el primer mapa completo de exactamente cómo aprende un ser humano cada palabra y concepto.

Este experimento generó 200 terabytes de datos, más de 10 veces lo impreso en la biblioteca más grande del mundo. Ahora este mapa y estructura conceptual le permite a Roy empezar a generar mapas de qué ocurre en el ciberespacio cuando un individuo declara alguna cosa. Por ejemplo, cuando Obama declara algo... quién lo recoge, en qué tiempo, con qué tono y palabras. Y a la vez esto genera mapas de exactamente quién reacciona, cómo, y cómo se reacciona a estas reacciones... palabra por palabra.

(Mientras meditaba sobre todo esto, Aaron O'Connell mostraba en una pequeña cajita de metal, a la vez sencilla y tremendamente complicada, que un pedazo de metal puede existir en dos espacios simultáneamente. O sea que no hay barrera en realidad entre nuestro mundo y la extraña realidad de la física cuántica.)

Para quien quiera continuar desgobernando, todos estos pequeños hilos deben ser más que preocupantes. Lo que juntos demuestran Egipto, China, coros distribuidos, videos multiarmados, mapas detallados de toda palabra es que rápidamente surge una inteligencia y gobernabilidad distribuida en millones de manos con un mínimo de coordinación. Y se pueden producir cosas muy complejas y exactas. En este mundo no basta controlar una concesión de radio o TV, callar una molesta comentarista, prohibir la proyección de una película. En este mundo es cada vez más difícil esconder, tapar, prohibir, encubrir, disimular. Hay demasiada gente en demasiado lugar que tiene un cachito de poder. Y si junta este poder con muchos otros... habrá cambio de verdad.

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