México vive la más intensa ola de violencia en su historia reciente, que ha causado la muerte a por lo menos 34.000 personas según cifras oficiales. Pero al mismo tiempo, el país no tiene suficientes médicos forenses para apoyar la investigación de estos homicidios.
Especialistas dicen que esta carencia contribuye a que muchas de las muertes de los últimos años queden sin resolverse.
Los gobiernos de los 32 estados del país tienen servicios de medicina legal, pero en su mayoría son atendidos por doctores que no son especialistas, asegura Macario Susano Pompeyo, subdirector del Servicio Médico Forense de Ciudad de México.
“Un médico general no tiene la capacidad técnica de encontrar elementos que ayuden a la investigación. Es más fácil que ellos se equivoquen a que lo haga un forense especialista”, dice en conversación con BBC Mundo.
Actualmente existen unos 2.000 médicos certificados en el manejo de cadáveres, que representan el 30% del total de los forenses que trabajan en el país, dice el especialista. La demanda de este personal creció en los últimos años.
Para aliviar la carencia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) prepara una carrera de médicos especializados en investigación forense.
Serio problema
La escasez de médicos especializados en el manejo de cadáveres es común en América Latina. Pero en México, donde la violencia por la guerra contra y entre carteles va en aumento, el asunto se vuelve un problema serio.
Un médico general no tiene la capacidad técnica de encontrar elementos que ayuden a la investigación. Es más fácil que ellos se equivoquen a que lo haga un forense especialista
Macario Susano Pompeyo, subdirector del Servicio Médico Forense de Ciudad de México.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, al norte del país, las instalaciones de la morgue están frecuentemente saturadas, y en muchas ocasiones los cuerpos son inhumados en fosas comunes porque nadie los identifica.
En algunos momentos el personal no ha logrado desahogar las autopsias de las personas asesinadas que llegan cada día.
Así, con frecuencia se pierden datos importantes para la investigación de los crímenes, reconocen las autoridades locales. Pero Ciudad Juárez, la población más violenta de México, no es el único caso.
En agosto pasado 72 migrantes indocumentados fueron asesinados por el cartel de Los Zetas en Tamaulipas, al noreste, según informó de la Procuraduría (fiscalía) General de la República.
Los cuerpos tuvieron que enviarse a Ciudad de México porque en el servicio forense del estado sólo había un especialista. Además, las instalaciones no tenían capacidad para conservar todos los cadáveres.
Disciplinas múltiples
Los especialistas forenses requieren más que conocimientos de medicina, explica Susano Pompeyo.
Además de las habilidades en cirugía y enfermedades, es necesario conocer de balística, criminología, biología, derecho, toxicología y química, entre otras materias.
También es indispensable un conocimiento profundo sobre el manejo de las escenas del crimen, algo que especialistas y autoridades mexicanas reconocen que no suele cumplirse en el país.
“Un médico forense se integra a la investigación, revisa expedientes, visita fiscales. Ayuda a resolver los crímenes”, señala Susano Pompeyo.
Es parte de la formación que pretende ofrecer la UNAM. La carrera se impartirá en la Facultad de Medicina, y la primera generación empezará sus estudios en 2012.
Los especialistas que egresen serán los primeros en el país con capacitación integral para resolver crímenes.
Actualmente cinco universidades e institutos gubernamentales ofrecen la especialización en medicina legal, pero ninguna tiene el conjunto de disciplinas que se requieren.
Por si fuera poco, se trata de una carrera que despierta poco interés entre los estudiantes, pues los sueldos suelen ser bajos para la carga de trabajo que representa.
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