MÉXICO, D.F. 9 de febrero (apro).-La periodista Carmen Aristegui pidió al empresario Joaquín Vargas, dueño de MVS, restituirla en su espacio radiofónico bajo la condición de retirar el comunicado donde se le acusa de violar el código de ética de la empresa y emitir uno nuevo donde se dé constancia de su probidad profesional.
"Solicito a MVS que reconsidere mi despido. El país no está para perder los espacios que hemos ganado", dijo en conferencia de prensa en la que no permitió cuestionamientos.
"Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, que fue una coartada, sabe, porque lo sufre todos los días, de las razones verdaderas, de esta decisión que está a punto de cortarnos la cabeza y digo a punto porque le planteó una salida digna, decorosa e inteligente, ya sabrá si la toma: Le digo a MVS que no le demos gusto a los que saborean este fracaso", indicó.
"Este hecho no se lo merece la familia Vargas, de situarlos en una disyuntiva perversa donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al Gobierno y poderes que lo presionan, si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz, no se lo merece el País".
Y cuestionó: "Que clase de democracia es esta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó. Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo escalando el conflicto deliberadamente hasta lograr hacer las cosas imposibles tanto al empresario como a la periodista ocasionando la ruptura", dijo Aristegui.
"La pregunta es cómo es que pudieron elevar desde Los Pinos el grado de exigencia pidiendo casi la humillación sobre un hecho absolutamente sobredimensionado".
Sobre la pregunta en que pidió a Los Pinos aclarar si Felipe Calderón es alcohólico, Aristegui señaló: “Era una simple formulación de una pregunta valida. La sociedad mexicana tiene derecho a saber. No rectifico ni me disculpo porque no tengo nada de qué disculparme. Lamento que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos […] Qué clase de democracia es esta, que por un comentario editorial contra el presidente se le corta la cabeza a quien habló”, expuso la periodista.
En la rueda de prensa efectuada esta mañana en la Casa Lamm, Aristegui señaló: “No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta y hay que hacerla aunque sea por ultima vez”.
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