viernes, 25 de febrero de 2011

AMLO: no me voy; ¿y, ahora Marcelo?




ARCHIVOS DEL PODER MARTÍN MORENO

Ni López Obrador va a renunciar al PRD ni Los Chuchos ni Marcelo Ebrard quieren que se vaya. “Que reconsidere Andrés Manuel”, le piden. Sin embargo, Jesús Ortega y compañía insisten en formalizar una alianza con el PAN para pelearle a Peña Nieto la gubernatura en julio próximo, motivo por el cual AMLO solicita una “licencia” que no existe en los estatutos del partido amarillo.

¿Alguien entiende qué pasa realmente en ese laberinto de incongruencias llamado PRD? La ambigüedad por encima de cualquier lógica política.

Ortega, Ebrard y la mano que mece la cuna detrás de las alianzas: Manuel Camacho, se empeñan en la unión PAN-PRD contra Peña Nieto. Bien. Pero hay un pequeño detalle: ¿a quién van a poner de candidato? Es como comprar una correa sin tener aún a la mascota.

Alejandro Encinas ya se descartó para aceptar la alianza con el PAN. Sólo iría con PRD, PT y Convergencia.

Josefina Vázquez Mota no quiere, por más que le insistan.

Bravo Mena carece de la fuerza política para pelearle al candidato de Peña Nieto. Vaya situación kafkiana: el PRD estaría apoyando a quien es secretario particular del “presidente espurio” que, acusan, les robó la elección. La congruencia es lo de menos.

Que Ortega y aliados están esperando a los damnificados del PRI en la elección interna, a ver si alguno se anima a luchar por la alianza. Ilusos. Ni Alfredo del Mazo, Erubiel Ávila, Luis Videgaray o Ernesto Nemer aceptarían una postulación PAN-PRD de no resultar favorecidos —como ocurrió en Sinaloa o Guerrero—, por una razón poderosa: ninguno de ellos le llevaría las contras a Peña Nieto porque, hoy, sigue como puntero en las encuestas rumbo a 2012.

Que buscarán “cartuchos quemados” de la política mexiquense, como Manuel Cadena o Humberto Lira Mora. Sus mejores tiempos ya pasaron.

Podrá haber alianza, pero no hay candidato.

Entonces, ¿vale la pena que se despedacen dentro del PRD por una alianza que todavía está en el aire y ni siquiera ha sido formalizada?

A estas alturas, la salida más viable para destrabar el conflicto sería que el PRD, junto con el PT y Convergencia, postularan a Encinas, y que el PAN, por su lado, convenciera a Vázquez Mota, enviara a Bravo Mena, al senador Ulises Ramírez o a alguien que se saque de la manga.

¿Ganaría AMLO? Sí, pero también el PRD de alguna manera, al mostrar congruencia de izquierda, la cual perdieron —a pesar de haber triunfado en las urnas— en Sinaloa y Guerrero.

Total: no tienen candidato. ¿Para qué pelearse por una quimera?

Aquí lo dijimos desde el 30 de septiembre pasado: AMLO rechaza la alianza PRD-PAN en el Edomex porque quiere ser él, sólo él, y nadie más que él, quien enfrente y derrote a Peña Nieto, al PRI, a Carlos Salinas y al PAN, en 2012. Un tropezón del priismo en julio próximo dejaría prácticamente noqueado a Peña, y eso no entra en los planes de López Obrador.

¿Y cómo destrabar el conflicto con Ebrard?

Se apuesta dentro del PRD que, a final de cuentas, AMLO sea el candidato presidencial de la izquierda en su conjunto y Marcelo designe al abanderado para jefe de Gobierno, buscando para él mismo una senaduría, y enfoque sus baterías para 2018.

A ver quién cede primero.

ARCHIVOS CONFIDENCIALES

* SEIS MIL PESOS. ¿Qué fue exactamente lo que dijo el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero? Textual: “Con ingresos de seis mil pesos al mes, hay familias mexicanas que tienen el crédito para una vivienda, que tienen el crédito para un coche, que se dan el tiempo para mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas”. Frase desafortunada que puede interpretarse de diversas maneras, pero hay algo innegable: marca —busque o no la candidatura presidencial del PAN— a uno de los hombres clave dentro del gabinete de Calderón. A Cordero lo perseguirá, por siempre, esa frase, por más matices que le quieran dar. Y cosas de la política: si ya se había autodescartado como aspirante a la Presidencia, su frase lo vuelve a descartar.

* BAR BAR. Al escritorio de Marcelo Ebrard llegó una carta que se suma a la montaña de conflictos que ahogan al GDF. Es de los propietarios del Bar Bar, argumentando que este negocio ya no tiene motivos legales para seguir cerrado, debido a que la autoridad señaló que no abría sus puertas porque los abogados del establecimiento habían solicitado una reconstrucción de hechos, y que en el momento en que se realizara o se desistieran, el lugar sería devuelto. Ya se presentó el desestimiento, y el Bar Bar sigue con sellos. Si hay alguna otra causa, que se presente, pero que no se incurra en abuso de autoridad.

* RADIO TRECE. Paros técnicos de labores de los trabajadores de Radio S. A. Les adeudan entre tres y cuatro meses de salarios. La posibilidad de cierre de la empresa está latente. Hasta el secretario Lozano ha intervenido para que la situación se regularice.

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