De ignorante, camorrero, porro, cavernario, no lo bajan.
Pero Humberto Moreira –a quien se atribuyen los anteriores calificativos–, ríe a carcajadas ante tales reacciones y suelta a su vez:
-¡Son unos montoneros…! Mira cómo se vienen todos (los secretarios de Estado), pero para todos tengo, ¿eh?
Lo cierto es que quien comenzó el toma y daca que hoy se traen algunos de los miembros del gabinete con el presidente electo del PRI fue el propio Moreira, y lo hizo con toda intención.
Inició suave, con aquello de que se iba a “bailar” a los panistas, y al poco ratito –aún ni siquiera se registraba como candidato para la dirigencia del tricolor—sacó a colación una de las frases de Vicente Fox y se la reviró a los panistas con el mensaje de que en el 2012 el PRI iba a sacar de Los Pinos “a las víboras prietas, las tepocatas y todo tipo de alimañas”.
(Lo increíble es que luego contara que se había metido Google a buscar alguna frase impactante para soltarla en la primera oportunidad para llamar la atención. Pero así es Moreira, silvestre.)
En el camino –esto en apenas un par de semanas—se volvió hacia el líder panista, Gustavo Madero y comentó que su discurso reflejaba el estado de ánimo de Felipe Calderón: el de la confrontación. Y de paso preguntó a los blanquiazules si “quieren estar en esta riña, en el conflicto permanente”.
¿A qué se refería Moreira? Esencialmente a las alianzas que sostiene el PAN con el PRD. Y es que lo que Moreira busca es que el PAN se alíe con el PRI, como en los viejos tiempos; que dejen de ser “ingratos”, pues como les recuerda Manlio Fabio Beltrones cada que algo no agrada a los priistas, Calderón les debe haber asumido la presidencia de la República.
La insistencia de Moreira en buscar un acuerdo-alianza PRI-PAN le llevó incluso a enviar un mensaje a Felipe Calderón y los suyos: “no acaban de entender que el país requiere acuerdos…”.
“¡Reflexionen! –les pidió–, dejen guardada en una caja fuerte la soberbia y la actitud de esa riña, de confrontación y entiendan que ya no son oposición, que son gobierno desde hace diez años”.
Ya encarrerado, el ex gobernador de Coahuila lanzó de palos a diestra y siniestra por el aumento en la pobreza, por maquillar cifras, por su incapacidad para gobernar, por la falta de voluntad política para resolver los problemas, por falta de hombría…
Francisco Blake (secretario de Gobernación), Javier Lozano (secretario del Trabajo) y Alonso Lujambio (secretario de Educación), salieron a responderle a Moreira en distintos tonos:
Blake, de manera muy suave (por decirlo de algún modo), señaló que “después de luchas históricas con el viejo régimen, que suprimió por décadas las libertades de los ciudadanos, la democracia llegó para quedarse”.
Moreira le escuchó y simplemente respondió: Eso es “darle la vuelta” y no responder a los temas de fondo.
Lujambio, en cambio, sí contestó directo: Es un “protagonista cavernario (Moreira, claro) que pretende engañar a la sociedad con guiones falsos”. Son un “montaje teatral” las acusaciones del PRI al PAN, alegó.
Moreira devolvió:
“Quien montó un teatro es Lujambio”, dijo recordando los festejos del centenario y del bicentenario y todavía le agregó en son de burla: “se le cebaron muchos cohetes…”, para luego calificarlo de “inmoral” por haber aceptado el cargo que hoy ostenta a sabiendas de que no tiene “la capacidad, el talento, ni la experiencia”.
Así nomás.
Al porro mayor de las filas del gobierno actual, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, le dedicó también el coahuilense algunas frases antes de que saliera siquiera al ring:
“Lo sano es que no hable porque él formó parte de ese pasado que critica; su barriguita se llenó con el salario de ese pasado del que habla…”
Y allá desde las oficinas blanquizules, Juan Molinar Horcasitas apenas si menciona que los dichos de Moreira son “una ocurrencia tras otra, una majadería tras otra”, pero bien apunta la posible razón de los dichos del presidente electo del PRI: “A lo mejor está preocupado por las elecciones del 2011…”
El caso es que Moreira siguió y siguió a lo largo del día. Llamó “ni-ni” al gabinete actual, “porque ni saben, ni pueden” y se arremangó las mangas de nueva cuenta.
Pero detrás de todo ello, de ese “teatro”, está sin duda la intención de romper la alianza PAN-PRD y lograr a cambio un acuerdo PRI-PAN para la recta final del 2012.
Y en cuanto a Humberto Moreira en sí, que es primitivo en su pensamiento, que es cavernario…, pues sí, sí lo es.
¿Funcionará ese estilacho con las bases priistas? Es otra de las apuestas de los tricolores.
twitter: @marthaanaya
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