Una noche hace diez años, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, se escondió en un carro de lavandería de la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, donde cumplía su sentencia. Entre ropa sucia y con la ayuda de un empleado de la cárcel, el narcotraficante mexicano cruzó seis controles internos de seguridad hasta quedar libre.
Era el 19 de enero de 2001. En ese entonces, El Chapo era poco conocido en México.
Una década después se ha convertido en el narcotraficante más buscado por las autoridades de su país, y la presencia de su organización, el Cartel de Sinaloa o del Pacífico, se extendió a varios países de América, Europa y Oceanía.
Su fuga contribuyó a cambiar la geografía del tráfico de drogas en México, le dice a BBC Mundo Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
"Hubo una reconfiguración de alianzas, rupturas y también un período de expansión al eliminar rivales", explica.
El gobierno de Estados Unidos ofrece US$5 millones por su captura, mientras que la revista Forbes lo ha incluido en su lista de los personajes más influyentes del mundo.
Guerras
La libertad de El Chapo es parte de la violencia que vive el país desde hace varios años.
Meses después de escapar de la prisión, Guzmán Loera participó en una reunión con algunos de los principales líderes del narcotráfico en el país, donde se acordó una alianza entre las organizaciones.
Pero El Chapo rompió el pacto. En 2004 emprendió una batalla contra el Cartel de Juárez para arrebatarle su ruta de tráfico.
El cartel tiene un poder económico tal que le permite seguir funcionando, a pesar de la muerte o captura de sus líderes
Martín Barrón, analista Inacipe
Un año después hizo lo mismo contra el Cartel del Golfo y su brazo armado, Los Zetas, para quedarse con el control del negocio en Nuevo Laredo, Tamaulipas, uno de los mayores sitios de intercambio comercial en la frontera entre México y Estados Unidos.
Y en 2008 rompió su alianza con los hermanos Beltrán Leyva, con quienes mantiene una disputa en estados del norte y el sur del país.
Al mismo tiempo ocurrieron rupturas y alianzas entre las distintas organizaciones, que empezaron a pelear entre sí.
Según las autoridades mexicanas, los enfrentamientos entre bandas de narcotráfico han causado la muerte a más de 34.000 personas en los últimos cuatro años.
El ganador
El gobierno dice que ataca a todos los carteles, incluida la organización de Guzmán Loera.
Informes del Gabinete de Seguridad Nacional afirman que el 24% de las personas capturadas por delitos contra la salud –unas 20.000- pertenecen al Cartel del Pacífico.
Entre los detenidos hay cinco de los principales líderes de la organización, así como 19 operadores financieros.
"La acción del Estado está dificultando de manera progresiva la actividad criminal de la organización delictiva del Pacífico", señalan las autoridades.
A pesar de todo, el cartel mantiene sus actividades. Recientemente la consultora estadounidense en temas de seguridad Stratfor Global Intelligence dijo que 2011 será un año clave para la organización de El Chapo, que se consolidará como la más fuerte del país.
Un dato en que coincide el analista Martín Barrón. "El cartel tiene un poder económico tal que le permite seguir funcionando, a pesar de la muerte o captura de sus líderes", explica.
Wikileaks
Especialistas dicen que, desde su fuga del penal de alta seguridad de Puente Grande, alrededor de El Chapo Guzmán se ha creado un mito.
Las historias hablan de su aparente boda con una joven de 18 años de edad, a quien ayudó a convertirse en reina de belleza.
Otros cuentan de su visita a restaurantes donde paga la cuenta de todos los comensales, o los paseos en motocicleta en algunas ciudades del norte mexicano.
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Ninguna de las versiones ha sido confirmada. Pero las autoridades reconocen que Guzmán Loera es un personaje difícil de atrapar.
El secretario de Defensa, Guillermo Galván, dijo que El Chapo tiene un cuerpo de seguridad de 300 personas y suele esconderse en 10 o 15 sitios diferentes, según un cable diplomático de la embajada estadounidense en México, citado por Wikileaks.
Cuando se emitió el despacho, octubre de 2009, los militares mexicanos tenían una operación de tres fases para recapturar al narcotraficante.
Hasta ahora ha logrado eludir el cerco. Uno de sus ex colaboradores dijo a las autoridades que el miedo más grande de El Chapo no es a sus enemigos, sino regresar a prisión.
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