Ayer anunció Gustavo Madero que el PAN, partido que dirige, participará en la consulta anunciada por el PRD para determinar si los mexiquenses quieren o no una alianza entre ambos partidos para contender por la gubernatura del estado.
La decisión del blanquiazul –acordada con la dirigencia nacional del PRD– metió ruido de inmediato en las filas obradoristas y confrontó en sus primeras declaraciones al presidente de la comisión de Elecciones del PAN, José Espina, con el virtual candidato de la izquierda, Alejandro Encinas.
-En la misma consulta se debe inscribir la pregunta del candidato que prefieren-, indicó Encinas.
-La consulta por la alianza va primero y luego –en otro tiempo y bajo otro método– la definición del candidato-, declaró Espina tajante. Y para que no quedara duda, indicó que tal determinación había sido ya tomada “por las dirigencias” del PAN y del PRD. Es decir, por Gustavo Madero y Jesús Ortega.
O sea, si la consulta llegara a ser a favor de la alianza, las “dirigencias” se arrogan la negociación del candidato común.
Y entre tanto, los panistas seguirán, en paralelo –fuera de toda negociación con los perredistas—la elección de su propio candidato para la gubernatura (por aquello de que no haya alianza, o bien para negociar a su elegido frente a Encinas)
Pero además de eso, está la complicación de la consulta en sí misma.
PAN y PRD instalaron una mesa de negociación –bajo la batuta de las dirigencias estatales— para la alianza, en la que trabajarán en cuatro temas: los términos del convenio, la consulta ciudadana (fechas, elaboración, pregunta, etc), la plataforma política y de gobierno, y los tiempos legales para concretar esta coalición.
El tiempo límite para alcanzar el acuerdo y registrar al candidato de la coalición será el 16 de abril próximo.
Tal es el calendario. Sin embargo, lo que desde ahora trae a los estrategas de cabeza es cómo hacerle para abrir la consulta lo más posible en el Estado de México sin que interfieran los priistas y sin que ésta lleve un sesgo panista, perredista o lopezobradorista.
¿A quiénes van a consultar, cómo lo van a hacer, cuál será la pregunta que formularán, cómo recogerán los resultados?
José Espina dice que se trata de consultar al mayor porcentaje posible de la población mexiquense. Bien, ¿cómo le van a hacer? ¿Van a recurrir a una casa encuestadora a sabiendas de los errores que han cometido en las últimas elecciones?, ¿a una organización civil al estilo de Alianza Cívica?
La solución no es sencilla. Pero algo encontrarán, así como para la formulación de la pregunta sobre si quieren o no la alianza PAN-PRD.
Si esto es ya de por sí complicado, pues más piedritas en el camino con eso de elegir hasta después al candidato.
Pero así se las gastan…
Sólo falta que al final de la historia todo quede en puro blofeo y no haya ni siquiera alianza, pues la última decisión vendrá sin duda de Los Pinos.
twitter: @marthaanaya
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