Desde el año pasado bajo la conducción del todavía secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el Poder Ejecutivo colocó en la mesa del debate la realización de un registro nacional más pormenorizado de la población, que se reflejara en un documento oficial que sirviera de identificación oficial, desplazando así la credencial de elector del Instituto Federal Electoral (IFE) que desde el 3 de julio de 1992 venía desempeñando ese papel.
Evidentemente este plan gubernamental causó controversia en el IFE, en donde los consejeros electorales encabezados por Leonardo Valdés Zurita sostuvieron repetidas reuniones con autoridades de la Segob y les explicaron la inconveniencia de crear otro documento oficial de identificación en la antesala de la elección federal de 2012 y en el ejercicio de renovación de los plásticos 03.
El temor central es que la expedición de la llamada cédula de identificación personal pudiera inhibir la participación ciudadana, sobre todo entre los jóvenes que cumplen 18 años, quienes al contar con otra opción para identificarse pudieran no solicitar la de elector y por ende no participar en la próxima elección federal.
Haciendo de lado por un momento el tema de la cédula de identificación, es evidente que en el motivo esgrimido las autoridades del IFE y los partidos políticos encuentran su mayor reto: promover la creación de una ciudadanía consciente y atenta a las responsabilidades que desempeña en una democracia, que independientemente de las funciones adherentes de la credencial de elector, ésta posea por sí misma un valor insuperable al ser su llave para definir el rumbo de su país y participar en democracia.
Volviendo a nuestro tema, me pregunto quién pudiera estar en contra de reforzar el registro nacional de población. Los problemas vienen en las formas: el año pasado al no lograr un acuerdo con las autoridades electorales, quedó entendido que el plan de crear la cédula de identificación había quedado enterrado, sin embargo, sorpresivamente a inicios de este año y sin buscar ya ningún acuerdo con el IFE ni con el legislativo, el Poder Ejecutivo a través de la Segob publica en el Diario Oficial de la Federación las reformas y adiciones a diversas disposiciones del reglamento de la Ley General de Población y con ello da inicio del plazo de cinco años para registrar a la totalidad de los 112 millones de mexicanos, a diferencia de lo que se había dicho en un principio que sólo sería para menores de edad.
Sin importarle su efecto en las elecciones de 2012 y el gasto millonario de mil quinientos millones de pesos, el Poder Ejecutivo ha echado a andar el proceso para tomar la fotografía, huellas dactilares, imagen del iris y firma de mayores y menores de edad en todo el país.
¿Y sabe usted a qué se debe la insistencia del Poder Ejecutivo? A que desde el año pasado, sin haber consensuado el proyecto y sin licitación de por medio, la administración que encabeza Felipe Calderón Hinojosa adquirió todo el equipo que se requiere para registrar la información de cada habitante del territorio nacional. Así lo reconoció el subsecretario de Población de la Segob, René Martínez Zenteno Quintero, en entrevista radiofónica la semana pasada con Oscar Mario Beteta, “el equipo técnico que se requiere para la elaboración de la cédula fue adquirido desde hace un año”.
¿De cuánto dinero estamos hablando? ¿A quién pertenecen las empresas beneficiadas? No lo sabemos a pesar de la resolución del IFAI que comanda Jacqueline Peschard a la Segob para dar a conocer la información, ésta se ha negado.
Entonces, ¿ante qué estamos? ¿Una política de gobierno en beneficio de la población o ante un millonario negocio a costa de los mexicanos rumbo a las elecciones?
Falta de confianza
Aunado a lo anterior, la confidencialidad con la que serían resguardados los datos recolectados para expedir las cédulas de identidad está en duda, ello después de saber que el padrón electoral del IFE y otras bases de datos son comercializadas en el mercado negro. Por ello, desde el Poder Legislativo el diputado Canek Vázquez Góngora se ha preguntado a qué padre de familia le gustaría saber que información tan sensible como la imagen del iris de sus hijos pudiera estar al acceso de criminales. Un tema de extrema gravedad que está causando alarma y que en el clima de violencia que vive el país, más de un padre se negará a que en la escuela se registre a su niño.
Sara Latife Ruiz Chávez
Durante 2010 Cozumel volvió a ser el líder mundial al ser el principal receptor de cruceros. Así lo dijo la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Sara Latife Ruiz Chávez, durante la Feria Internacional de Turismo que se realizó en Madrid, España. “Cozumel se ha consolidado como el líder indiscutible de arribo de cruceros no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero por encima del resto del Caribe y del Mediterráneo, al haber sido el receptor de 1, 038 cruceros, lo que se tradujo en más de 2.9 millones de visitantes”.
Por los Corrillos…
Qué mensaje enviamos a los jóvenes cuando se entrevista en los noticieros más vistos de México a narcotraficantes como si fueran personajes dignos de admirar… El Senado de la República celebró los 25 años del Instituto Belisario Domínguez, órgano de investigación y análisis que presidente el senador guanajuatense Carlos Navarrete Ruiz… Interesante la propuesta del candidato a gobernador a Guerrero, Manuel Añorve Baños, de entablar un diálogo con la guerrilla… Como balde de agua fría le cayó a Martín Esparza, dirigente del SME, que en plena sesión de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, la legisladora panista Ivideliza Reyes le haya dicho que es un ratero… Quien asegure que Josefina Vázquez Mota esté muerta rumbo a la candidatura del gobierno del Estado de México, se equivoca.
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