Redacción Ejecentral.com.mx
Las fotografías eran elocuentes. En el presidium del Consejo Político del PAN estuvo durante las cinco horas de sesión y votación una consejera especial, Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón. Estaba ahí para apoyar a su candidato a la presidencia del partido, Gustavo Madero, y enfrentar la aplanadora que respaldaba a Roberto Gil, encabezada por su jefa de campaña, Patricia Flores, ex jefa de la Oficina de la Presidencia.
Una vieja disputa entre los dos grupos en los que se encuentra dividido el equipo presidencial en Los Pinos, que provocó la salida de Flores y de Maximiliano Cortázar, ex director de Comunicación Social de la Presidencia y actualmente en la misma posición en el PAN, y que estaba definiendo los términos de la sucesión presidencial en 2012, quedó zanjada: Zavala derrotó a Flores.
Zavala, quien legítimamente aspira ser senadora cuando su esposo termine su mandato, estaba previsto que acompañara al Presidente a la Cumbre Iberoamericana en Mar del Plata, como suele hacerlo en este tipo de encuentros, pero al polarizarse la elección durante el cierre de las campañas de Madero y Gil, decidió quedarse en México a trabajar por su candidato.
La permanencia de Zavala en México sólo se dio luego de las protestas hacia el interior del Consejo Político por las presiones y amenazas de Flores y el operador político panista Jorge Manzanera, a consejeros políticos para obligarlos a votar por Gil.
Desde un principio, Zavala había visto mal la intención de Gil de ser presidente del partido sobre la base de la falta de experiencia en asuntos partidistas. Gil tiene dos años de militancia, y cercanos a Zavala reflejaban su inconformidad y preocupación de que una persona sin conocimiento de los órganos de poder en el partido, llegara a dirigirlos.
Aunque Madero recibió en un principio el respaldo del Presidente, este instruyó a Flores para que hiciera la campaña de Gil.
En la votación que fue el sábado, Gil obtuvo 122 votos en la primera ronda, los mismos que se encontraban en el universo del recuento preliminar que hicieron en el PAN desde hace dos semanas. Madero, quien en el mismo recuento apenas rebasaba los 100, terminó en esa ronda con 129.
Durante los días previos a la elección, hubo reacomodos de consejeros. Cecilia Romero, quien representaba los intereses de la extrema derecha, perdió unos 20 votos en dos semanas, mientras que Francisco Ramírez Acuña, que representaba los intereses del grupo del senador Santiago Creel, aspirante a la Presidencia, perdió alrededor de 40.
Zavala acompañó la contraofensiva a favor de Madero, y sumó a los jerarcas del PAN y a dos secretarios de Estado, Juan Molinar de Comunicaciones, y Salvador Vega Casillas de la Función Pública, detrás del senador. Tras bambalinas, otro secretario de Estado, Ernesto Cordero de Hacienda, y Cortázar mismo, trabajaron por Madero.
Flores, que respalda al secretario de Educación Alonso Lujambio para la sucesión presidencial de 2012, se fue quedando sola. Una aliada táctica se sumó al cabildeo por Gil, la coordinadora de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, quien también aspira a la candidatura presidencial.
Vázquez Mota había sido invitada por el presidente Calderón a la Cumbre Iberoamericana, pero después de aceptarla, declinó la invitación para estar en la votación del PAN.
Los operadores de Gil vieron que tras la primera votación no tenían posibilidades de victoria, y buscaron una negociación. Las corrientes predominantes en el Consejo Político se sentaron a discutirlo: Madero, como virtual ganador, el ex presidente del PAN Germán Martínez, acompañando a Gil y como representante informal de Calderón y el grupo de Flores, y el gobernador de Morelos Marco Antonio Adame, considerado como el jefe político de “El Yunque”, como se define coloquialmente a la extrema derecha del partido.
La negociación fue sobre las posiciones dentro del Comité Ejecutivo Nacional. Para la extrema derecha se acordó que fuera Cecilia Romero la secretaría general. Madero dijo el domingo que ese cargo será para una mujer, pero no adelantó quién sería. Interrogada al respecto, Romero dijo estar lista para cualquier cargo.
Dentro de las posiciones de la extrema derecha quedaron en el CEN Adame y el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva.
Gil negoció también posiciones, pero una vez que se dio a conocer la lista del CEN, dijo que Madero había incumplido el acuerdo y que había excluido a sus simpatizantes. Madero negó que eso fuera correcto.
En el CEN quedaron incluidos Molinar y Vega Casillas, así como Maximiliano Cortázar y Rogelio Carbajal, quienes se encuentran en el entorno de Cordero y respondieron a los intereses de Zavala. Su prima, Mariana Gómez del Campo, coordinadora de la bancada del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que respaldó a Madero, formará parte del CEN, así como Obdulio Ávila, maderista también, que preside el PAN capitalino.
Ramírez Acuña no fue incorporado en las negociaciones, por lo que el senador Creel prácticamente se quedó sin representación en el PAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario