viernes, 31 de diciembre de 2010

Magnates: hechos vs palabras * Creciente exportación de capital * La irresponsabilidad histórica

México SA



Carlos Fernández-Vega


31 diciembre 2010
cfvmx@yahoo.com.mx

Quienes en septiembre de 2005 suscribieron el llamado pacto de Chapultepec aseguraban que era impensable postergar un acuerdo de unidad nacional que postule el estado de derecho, el desarrollo, la inversión y el empleo, porque, coincidían, sería una irresponsabilidad histórica que profundizaría inequidades y problemas sociales. Estas convicciones son las que nos han reunido ahora, según el texto respectivo. Tal fue la expectativa presumida por los abajo firmantes, que el propio Carlos Slim, promotor del consenso, como le llamaron, comentó entonces que el acuerdo no se trataba de una carta a Santa Claus, aunque sí le dice qué queremos, dónde comprarlo, cómo hacerlo y cómo hacerle.

Con ese espíritu y entusiasmo, más de 300 grandes empresarios se comprometieron, firmaron y lanzaron el Acuerdo Nacional para la Unidad, el Estado de Derecho, el Desarrollo, la Inversión y el Empleo (léase el pacto de Chapultepec), avalado de inmediato por el entonces inquilino de Los Pinos, Vicente Fox. Como comentamos en este espacio, nada raro es que los magnates Forbes de este país agarren el micrófono para exhortar a los empresarios autóctonos a que inviertan y generen empleo en México, con el fin de proteger lo que ellos llaman los intereses nacionales. Un día sí, y el siguiente también, se escuchan sus arengas para que el capital nacional se quede en casa y así mejorar las condiciones de vida de quienes lo habitan.

Lo anterior viene a colación porque dos recientes informaciones confirman la realidad de las cosas, es decir, que de lengua muchos se comen varios platos. La primera: en días pasados se publicó que a lo largo del presente año, un grupo de grandes consorcios mexicanos acumularon inversiones por más de 42 mil millones de dólares en Sudamérica (el doble que un lustro atrás). Entre ellos aparecen Telmex, Grupo Carso, Cemex, el siempre pío Grupo Bimbo, Coca Cola Femsa (que recientemente, y libre de impuestos, vendió su ramo cervecero a la trasnacional Heineken, en 7 mil millones de dólares), Grupo México (el de Pasta de Conchos), Vitro (que en la reciente crisis recibió apoyos crediticios de la banca del Estado para evitar problemas financieros), ICA (sempiterna beneficiaria de contratos de obra pública), Protexa (contratista de Pemex, entre otras gracias) y Pinfra (antes Tribasa, que obtuvo jugosas concesiones carreteras, la mayoría de ellas finalmente rescatadas por el erario, aunque conservó la más cara del mundo, la México-Toluca).

La segunda: “por cada dólar de inversión extranjera directa que ingresó al país entre enero y septiembre de 2010, empresarios y particulares mexicanos transfirieron al exterior dos dólares para ser abonados a cuentas bancarias o realizar negocios (fuera de las fronteras nacionales), reveló información del Banco de México. Desde que comenzó la administración de Felipe Calderón, la transferencia de recursos (de mexicanos) al exterior, tanto a bancos (foráneos) como para emprender negocios, llegó a 55 mil 503 millones de dólares, según los datos del banco central, una cantidad 266 por ciento superior a la que salió del país por los mismos conceptos entre enero de 2001 y septiembre de 2004, el periodo comparable del gobierno del ex presidente Vicente Fox, que fue de 15 mil 141 millones de dólares. Para efectos comparativos, equivale a poco más de la mitad de la reserva internacional de divisas al cierre de septiembre. Durante este año, las transferencias a cuentas bancarias del exterior y las realizadas por empresarios mexicanos para emprender o ampliar negocios en otras naciones superaron con amplitud el ingreso de nueva inversión extranjera directa (La Jornada, Roberto González Amador).

Miles de millones de dólares generados en el país, para que se exporten y financien jugosos negocios particulares en el extranjero, algo que si bien es legal, resulta totalmente inmoral, especialmente cuando, con todo boato, se firma un pacto que entre otras cosas promueve la inversión y el empleo en territorio nacional, no allende las fronteras, y se argumenta que postergar un acuerdo de unidad nacional (en el sentido referido) sería una irresponsabilidad histórica que profundizaría inequidades y problemas sociales.

Entre los decididos abajo firmantes del susodicho pacto de Chapultepec, en 2005, aparecían Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga, María Asunción Aramburuzabala, Gastón Azcárraga, Eugenio Garza, Carlos Hank Rhon, Juan Diego Gutiérrez Cortina, Claudio X. González, Manuel Medina Mora, Ricardo Salinas Pliego, Héctor Rangel Domene, Lorenzo Servitje, Olegario Vázquez Raña, Roberto Hernández y Alfredo Harp (algunos de ellos beneficiarios del Fobaproa, de otros rescates del erario y del privilegio de no pagar impuestos), quienes se manifestaron en favor de invertir y generar empleo en casa, y prestos a contribuir a redistribuir el ingreso.

Qué solidarios, pero ¿qué tienen que ver los abajo firmantes con las informaciones mencionadas? Pues casi nada: apenas son los propietarios, o cuando menos las cabezas visibles, de las empresas relacionadas en la primera de las notas, y forman parte del selecto inventario de exportadores de capitales de la segunda de las notas. No pocos de los magnates mencionados, todos ellos comprometidos en el pacto de Chapultepec, destacan por ser exitosos generadores de empleo allende nuestras fronteras, y líderes indiscutibles en lo que se refiere a la compra de empresas fuera de México. El resultado de ese proceso exportador (también reportado en otras naciones de la región) fue bautizado por la Cepal (en 2005, el mismo año de la firma del “pacto de Chapultepec) como empresas translatinas (una suerte de trasnacionales regionales, con creciente peso e influencia política y económica). En aquel entonces, 25 de ellas dominaban el mercado latinoamericano, y de ese total 12 pertenecían a magnates mexicanos.

No hay que esforzarse para saber que los dueños de las translatinas son prácticamente los mismos abajo firmantes del citado acuerdo, es decir, aquellos que cinco años atrás advertían que sería una irresponsabilidad histórica posponer la inversión y la generación de empleo en territorio nacional, porque profundizaría inequidades y problemas sociales.

Las rebanadas del pastel

Con un enorme abrazo para los niños de la Guardería ABC, México SA les desea un feliz 2011, dentro de lo posible. ¡Salud!

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