- El país, con información fragmentada y dependiente de agencias estadunidenses
- Los cuerpos de seguridad nacionales no comparten datos por temor a infiltraciones
Armando G. Tejeda
Sábado 4 de diciembre de 2010, p. 2
Madrid, 3 de diciembre. Para el Departamento de Estado de Estados Unidos, la estrategia de seguridad del presidente Felipe Calderón carece de un aparato efectivo de inteligencia para producir información de alta calidad y operaciones específicas
.
La dependencia resume que “el uso que hace México de inteligencia estratégica y táctica es fragmentada ad hoc y dependiente del apoyo de EU”.
En un documento de carácter informativo redactado por la embajada de Estados Unidos en México bajo la supervisión de Carlos Pascual, etiquetado como secreto
y para no mostrar a extranjeros
, los funcionarios estadunidenses hacen un balance de la situación de los servicios de inteligencia y espionaje mexicanos y señalan que uno de los desafíos más importantes es la falta de confianza entre y dentro de las instituciones del gobierno de México
.
Como ejemplo indican que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene unidades de inteligencia que desarrollan información sobre capos del narcotráfico, pero en general no comparten esa información o análisis con las fuerzas desplegadas para la lucha antinarcóticos, como en Ciudad Juárez. Estos grupos comparten información sobre amenazas contra componentes militares, pero también ven a comandos locales como frecuentemente penetrados por el crimen organizado
. Por lo tanto, soldados desplegados en puntos calientes operan virtualmente a ciegas, con la excepción de información anónima
. El documento, fechado en noviembre de 2009, señala que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) sufren de las mismas sospechas internas que la Sedena.
El documento, filtrado por el sitio Wikileaks con el número 003195 y clasificado por el ministro consejero Gustavo Delgado, señala que entre las agencias involucradas en la lucha contra el narcotráfico están la Sedena, la Secretaría de Marina, el Centro de Seguridad Nacional (Cisen) y la SSP, que incluye a la Policía Federal y a la PGR. Según explican los diplomáticos estadunidenses, cada una de ellas tiene una función diferente y distintos niveles de profesionalismo
, pero lo más grave es que México se ha quedado sin un coordinador interinstitucional efectivo de las agencias de espionaje
ante el fracaso del Cisen para llevar a cabo esta tarea, en gran medida porque fue incapaz de asumir el control de un aparato burocrático tan grande como el de la SSP.
En este sentido, el informe señala que el coordinador de facto es el Cisen, sobre todo porque es el responsable de controlar y administrar la información guardada en la denominada Plataforma México, la nueva base de datos sobre el crimen organizado en el país.
Las conclusiones del análisis son que las instituciones mexicanas relacionadas con la práctica del espionaje y las labores de inteligencia se caracterizan por proteger su propia información
, sin compartir esos datos con gente ajena a la agencia, en parte debido a los temores por la corrupción, pero también por el miedo al éxito de otras dependencias. En la cultura burocrática de México hay aversión al riesgo, así que las agencias de inteligencia prefieren no hacer nada a hacerlo mal.
En el informe también se habla de la disputa que mantuvieron el secretario de la SSP, Genaro García Luna, y el ex procurador Eduardo Medina Mora, antes de la llegada del actual, Arturo Chávez. Y que desde hace un tiempo se han intensificado los contactos y la colaboración con EU para fortalecer y modernizar los sistemas de inteligencia a través de la Iniciativa Mérida.
Pero hasta el momento, la conclusión es nítida: México está lejos de desarrollar un aparato de inteligencia autosuficiente, a pesar de que la creación de un sistema coherente y operativo es crítica para el éxito en la lucha contra el crimen organizado
.
A pesar de estos obstáculos, el análisis señala que la cooperación mexicana con el gobierno estadunidense en temas de inteligencia y antinarcóticos nunca ha sido mejor
, y añade que las autoridades de México “dependen frecuentemente de tips de organizaciones de inteligencia y seguridad estadunidenses”, y que muchas de las capturas exitosas
de importantes figuras del narco son frecuentemente respaldadas por la asistencia de EU
.
Mientras nuestros interlocutores mexicanos reconocen la necesidad de una mayor cooperación interagencias, son renuentes en abordar el problema: la solución requerirá de sostenida asistencia estadunidense para fortalecer las instituciones contra la corrupción, las ineficacias y riñas que han nutrido la desconfianza entre los socios del gobierno de México
, concluye el análisis estadunidense.
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