martes, 28 de diciembre de 2010

Elegir 2011

Salvador Guerrero Chiprés

December 28, 2010

Reclamo a los autores de contenidos para blogs la sustitución del humor que proyectan usualmente por el realismo que caracteriza a todos los comentaristas periodísticos; el que hayan reemplazado, precisamente al finalizar el año, las optimistas expectativas representativas de una nueva generación por el pesimismo de la generación que tiene la edad de los que gobiernan.

No hay esperanza de fin de año. Los buenos deseos para el siguiente son el epílogo ocasional -cuando no inexistente- del último reencuentro de amigos, la información sobre crecimiento económico y de aumento relativo en el empleo no eclipsa la negra luna de temor, desamparo e impunidad de la que el propio Ejército culpa a las Policías de acuerdo con la más reciente revelación de wikileaks.

¿Qué año debemos esperar? ¿Qué 2011 podemos construir?

Mi reclamo a esas generaciones de jóvenes es que se hayan contagiado, así sea parcialmente, de la visión cuasi naturalista de una realidad mexicana mediatizada por los temas más difíciles respecto de los cuales el periodismo va detrás, como el cine o la televisión, persiguiendo sus rastros de sangre en los rostros del desamparo en Tamaulipas, Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa, Michoacán y en algunas otras entidades en las que el descontrol y la pérdida de tramos del trayecto institucional del Estado quedan como puentes destrozados por el empuje violento de la tormenta y de ríos caudalosos incrementados por ella. Una tormenta de brutal acumulación originaria, de pobreza organizada en la violenta desesperación, en un sentido de pertenencia al margen y en contra de la ley, apoyada en el suministro y consumo de droga y ausencia de trabajo o educación.

Este cuadro es al mismo tiempo parte de la realidad, de la experiencia de ella y de su percepción general, así como la propaganda que algunas fuerzas políticas requieren presentar como la única realidad, a modo de justificar su legítima aspiración por el poder.

Al finalizar 2010 también sabemos que personas honradas y trabajadoras en todo el país sostienen el sistema de relaciones, así sea inequitativo, que permite la reproducción social.

Santa Claus no es narcotraficante. Los Reyes Magos no son sicarios. Los niños no son ejecutores de las instrucciones de unos y otros. El próximo año hay probabilidades de evolución política y de establecer contrapesos democráticos.

¿Quién lo hará? Los jóvenes, fundamentalmente. También los jóvenes alimentan las filas de la inseguridad que ensombrece el fin de año. Inicié con el reclamo al pesimismo juvenil y reitero lo que justifico como realismo del mayor de cuarenta años que ha observado durante décadas esta declinación, para muchos de nosotros visibilizada dese el asesinato de Manuel Buendía en 1984, acrecentada con el de Luis Donaldo Colosio en 1994 y convertida en una desesperante neutralización del Estado de Derecho a manos del crimen organizado en los últimos veinte años y enfatizada por la confrontación iniciada en 2007.

Elijamos 2011 desde enero. Contribuyamos modesta pero consistentemente a la reconstitución del tejido social.

Comisionado Ciudadano del InfoDF

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