miércoles, 8 de diciembre de 2010

El IMSS invierte dinero de sus reservas en Cemex, Coppel y otras, denuncia César Augusto Santiago

  • La izquierda le recuerda su alianza con el PAN para apuntalar el neoliberalismo
  • Enojo del PRI en la Cámara por la acusación de corrupto que le encajó Felipe Calderón

Roberto Garduño

El señalamiento de corrupto y generador de la pobreza nacional que lanzó el presidente Felipe Calderón contra su principal aliado político del último cuatrienio, el PRI, despertó desasosiego entre los diputados del Revolucionario Institucional, que movidos por el enojo pretendieron hacer de la tribuna del salón de plenos la caja de resonancia de su crítica al Ejecutivo federal, a quien emplazaron a irse. Se quedaron a medias porque la oposición les recordó su vinculación y mimetismo histórico con el PAN: son lo mismo, le reprochó.

En defensa de su partido, el PRI, y en el centro del debate, César Augusto Santiago recordó a los legisladores que no haya una comisión especial para indagar la corrupción infinita de la CFE, y preguntó, dejando atónito a más de uno ayer en San Lázaro:

¿Qué no saben ustedes que el Seguro Social está invirtiendo el dinero de sus reservas en inversiones en Cemex, en Industrias Coppel, en la Financiera Su Casita, que está a punto de quebrar? Dice el Presidente ufano que la crisis económica no afectó a México como lo hizo en otros países. Nos tendrán que explicar por qué le están invirtiendo a empresas que están en quiebra, por qué rescatamos con dinero público América Móvil, a Cemex, a Coppel, a Su Casita, a Metrofinanciera.

Por la mañana, en su reunión plenaria, los priístas reconsideraron la crítica que durante la víspera lanzaron a Calderón, porque carecía de sustento político. Felipe Solís Acero exigió a sus compañeros que el tema se incluyera en la agenda política de la sesión ordinaria porque las ofensas del Ejecutivo no podían quedar impunes.

Así fue. La mesa directiva recogió el reclamo de los priístas e incluyó el tema en el debate. La agenda política también se modificó para debatirse al inicio de la sesión. Antes de comenzar, Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara, cuestionó la postura de Felipe Calderón.

Como presidente de la Cámara, condeno enérgicamente que un poder se pronuncie en contra de un partido político. Como presidente de la Cámara, condeno enérgicamente que el Presidente de la República, el titular de un poder, asuma, aun desde la tribuna de su partido, posiciones que no pueden calificarse menos que parciales, descripción parcial de la realidad.

Y ya instalado decretó el inicio de la sesión, que alcanzó quórum hasta el mediodía con 272 legisladores presentes en el salón.

César Augusto Santiago Ramírez (PRI) la emprendió contra el Ejecutivo: Nos preocupa el nivel del Presidente. No es un vulgar encargado del éxito electoral de su partido. No es este señor el único que ha sido sancionado por meterse donde no le importa. ¿Acaso ya nos olvidamos de eso? Que el tribunal lo sanciona por intervenir en defensa de su partido, agraviando a la sociedad en su conjunto.

Pero fue José Narro Céspedes (PRD) quien evidenció la liga entre lo que llaman PRIAN. ¿Cuál cambio? Si gobernaba el PRI con el PAN y ahora gobierna el PAN con el PRI. Lo hemos visto en la continuidad de la política neoliberal que aplicaba el viejo régimen autoritario que ustedes critican.

En respuesta, Arturo García Portillo (PAN) esbozó lo que fue una postura panista a lo largo del debate. Una ligera defensa de Calderón. Tenemos derecho a decir y lo decimos aquí y lo decimos en el auditorio o lo decimos en la calle y lo decimos todos los días en los medios de comunicación, que estos 10 años han sido buenos para México. Y el Presidente tiene derecho a decir sus argumentos, como ustedes tienen el derecho a decir, y lo respetamos, que no están de acuerdo con ello, que tienen el derecho a decir y a venir a esta tribuna a exponer sus argumentos con su retórica, con su verdad probable, con sus argumentos.

Con dureza Carlos Flores Rico (PRI) arremetió contra Calderón en una serie de interrogantes: ¿Dónde está usted, señor Presidente? ¿Sabe dónde está usted, señor Presidente? ¿Dónde está el Presidente? ¿A qué hora cierra la cortina de Los Pinos el señor Presidente? ¿Por qué no se va, señor Presidente? ¿Por qué no tiene vergüenza, señor Presidente? Señor Presidente, ya basta de buena intención. Ya basta de rollo; queremos desarrollo, señor Presidente. Lo que usted no puede hacer de ninguna manera, señor Presidente, es acusar sin pruebas. Lo que usted no puede hacer es evitar el argumento y usar la cizaña, la intriga, la mala vibra, el mal decir para descalificar al adversario.

Fue Sebastián Lerdo de Tejada (PRI) quien levantó ámpula porque develó lo que llamó bipolaridad del Ejecutivo federal. Le preguntaría desde aquí al Presidente de la República: ¿qué sigue, señor Presidente? ¿Elogios por la mañana y epítetos por la tarde? Así no. Así no cuenten con nosotros.

Con diversos argumentos, el ex embajador Porfirio Muñoz Ledo (PT) adujo que sin memoria no hay historia y sin historia no hay democracia. “Desde el acuerdo de 1988 hay una responsabilidad compartida en el ejercicio del poder por dos partidos políticos. No tiene la culpa el espurio, sino el que lo hizo compadre.

Se han dedicado las dos bancadas a proteger, a consentir, a esquilmar al Ejecutivo. Son 10 años, son más de 25 años de ignominia repartidos, 15 en un partido apoyado por el otro y 10 en otro partido apoyado por el de antes. Los hechos obran en libros y en documentos indiscutibles. Estamos en el más dramático de los supuestos: la dilución de la responsabilidad política, y luego vienen a decirle aquí: no te entiendo, en la mañana me das tus caricias y por la tarde me avientas de patadas. ¡Que se acabe el contubernio, que se acabe la falsedad!

Fuente: Periódico La Jornada

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