Los jóvenes deben encontrar estímulo en la educación y el trabajo, plantea la secretaria ejecutiva del organismo
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 35
El Estado debe desempeñar un papel vital
en romper el eslabón que une a la juventud con la desigualdad. Tiene que actuar para romper el vínculo de los jóvenes con el crimen organizado. La mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), redondea:
Si los jóvenes encuentran estímulo en el mundo educativo, en el mundo laboral, ellos mismos serán los que se alejen cada vez más del crimen organizado.
El panorama social mexicano y latinoamericano se complicó el último par de años por la crisis económica. En México creció la pobreza más que en otros países de la región y también se detuvo la mejora que se había observado en los años previos en la distribución del ingreso, comentó este martes Alicia Bárcena, en una conversación con La Jornada desde su oficina de la Cepal en Santiago de Chile, a propósito de la publicación del Panorama social en América Latina 2010.
La distribución del ingreso en México sufrió un deterioro en la crisis de 2009, al contrario de lo que ocurrió en términos generales en América Latina. Lo importante es que esto no se profundice
, declaró.
En 2009, la contracción de la economía, de 6.5 por ciento, llevó a 4.4 millones de mexicanos de regreso a la pobreza, según cálculos hechos por la Cepal, reveló la secretaria ejecutiva del organismo. Entre 2006 y 2008, antes de la crisis, ya se había dado un incremento en la pobreza, añadió.
–En el Panorama social de América Latina la Cepal asegura que en 2010 la pobreza disminuirá en la región respecto a 2009, cuando aumentó como consecuencia de la crisis. ¿Cómo se explica esta situación?
–Hubo dos razones centrales para que esta crisis fuera menos impactante en materia social. Una es que el empleo formal casi no cambió en la región. Hubo políticas interesantes que permitieron que el empleo se pudiera mantener, ya sea con incentivos a los empresarios o congelar salarios. El segundo son las transferencias públicas que contribuyen al incremento de los recursos de los hogares pobres.
–¿Por qué se mantuvo el empleo formal si hubo caída de actividad, aunque diferenciada, en todos los países?
–Hubo sin duda aumentos salariales en algunos países. En los del cono sur el aumento salarial llegó a 23.8 por ciento y subieron los recursos para atención a desempleados. Algunos gobiernos de la región tuvieron mecanismos explícitos para retener el empleo.
–¿La evolución de la pobreza fue general para la región, o hubo países que se defendieron mejor que otros?
–Sin duda Argentina se defendió mucho mejor. Brasil también. Y hay países que tuvieron muchos más problemas. En Honduras, por ejemplo, a pesar de que tuvo una reducción de la pobreza, más de 50 por ciento de la población sigue en esa condición. Lo mismo sucede en Nicaragua o Paraguay. Hay algunos que ni siquiera eso lograron, como El Salvador y Costa Rica. Los países que se defendieron mejor fueron sin duda aquellos que tenían más espacio fiscal para tomar políticas contracíclicas.
–¿Tuvieron algún papel las remesas en contener el aumento de la pobreza?
–Sí, definitivamente. Las remesas también se han ido recuperando, aunque no a los niveles previos a la crisis, lo cual tiene un efecto importante en países como México, El Salvador o Ecuador.
–Respecto de México, ¿cómo le fue al país en cuanto a la pobreza en 2008-2009?
–Para el caso de México no tenemos cifras de 2009 porque no elabora encuesta de ingreso en hogares en 2009. Entre 2006 y 2008 sí hubo un deterioro. La pobreza estaba en 31.7 por ciento (del total de población) en 2006 y sube a 34.8 por ciento; y la indigencia pasó de 8.7 a 11.2 por ciento. Si miramos las cifras de 2002 ha habido avances importantes. La pobreza estaba en 39.4 y la indigencia en 12.6 por ciento de la población.
México sí sufrió un deterioro entre 2006 y 2008, menor al que venía presentando anteriormente, pero de alguna forma sí hay tendencias a la subida, fundamentalmente porque hubo una caída del producto interno bruto muy pronunciada.
–¿Y la distribución del ingreso?
–El otro gran tema es que la distribución del ingreso sí mejoró en México antes de 2006 y sufrió un pequeño deterioro. Lo importante es que ese deterioro no se profundice. El país había logrado avances muy importantes.
–En el informe la Cepal menciona que la región mantuvo sin deterioro la distribución del ingreso durante la crisis. Entonces en México hubo una diferencia respecto de América Latina.
–Sí, hay una diferencia. En el informe comparamos 2008 con 2009. Para el caso de México no tenemos la cifra de 2009 y por eso nos cuesta más trabajo.
–¿Pero sí hay una diferencia?
–Sí hay una diferencia.
–¿Cuál es el cálculo de la Cepal del incremento de la pobreza en 2009 en México?
–En realidad es muy difícil saber cuánto puede aumentar. El 2009 fue un año muy difícil para México. El PIB cayó 6.5 por ciento. Si modelamos esto, podríamos decir que es probable que la pobreza pudiera aumentar en torno a 3 o 4 puntos porcentuales.
–¿Respecto del total de la población?
–Exacto.
La población del país es de 112 millones de personas. El incremento porcentual calculado por la Cepal representa un aumento en el número de pobres en el país, en el año 2009, de entre 3.3 y 4.4 millones de personas.
–El reporte se refiere al tema social. En México está el tema de la gran cantidad de jóvenes que no tienen oportunidades de trabajar o de estudiar. Y está la violencia causada por el crimen organizado. ¿Cuál es el panorama social que ve para México y la región en su conjunto?
–Hemos dedicado este reporte a la población de 0 a 29 años, sobre todo a la población infantil y juvenil, para ver cuáles son las medidas que se tienen que tomar para invertir más en los jóvenes, sobre todo en educación. También en brindarles más capacidades para integrarse al mercado de trabajo. Ese es el tema de fondo y nosotros sugerimos que el Estado juegue un papel vital en cómo la juventud debe ser beneficiaria sobre todo del incremento del gasto por estudiante.
Le damos muchísima importancia a la inversión social en la juventud y la niñez, porque pensamos que ahí es donde está el eslabón de la desigualdad y para romper justamente ese vínculo con el narcotráfico. Si los jóvenes encuentran estímulo en el mundo educativo, en el mundo laboral, ellos mismos serán los que se alejen cada vez más del crimen organizado
, apuntó.
Se refiere específicamente a México. En el país, añadió, el gasto por estudiante es de mil 275 dólares en promedio por estudiante de primaria y secundaria. Es el tercer lugar después de Argentina y Chile.
México está invirtiendo fuertemente en educación primaria y secundaria. No sería difícil que se extienda la jornada escolar en la primaria y, ojalá, a la secundaria. Porque ahí es donde hay que desarticular, impedir que se conecte la juventud con la informalidad. Que, por el contrario, el joven encuentre un camino mucho más interno, se desactive la reproducción inter generacional de la desigualdad y, sobre todo, que se rompa ese círculo vicioso de los atributos de los hogares: ¿Por qué tiene una persona que nacer pobre y morir pobre? Tiene que haber movilidad social, eso es lo que creemos que se puede lograr
.
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