lunes, 1 de noviembre de 2010

Sistema judicial mexicano, foco de corrupción



Si bien no hay recetas mágicas para combatir la corrupción, sí existen directrices básicas que México no ha seguido.

De acuerdo con Yemile Mizrahi, experta en el combate de la corrupción en América Latina y consultora para el Banco Mundial, uno de los mayores focos en el país es el sistema judicial, donde impera la impunidad, lo que no ayuda a fortalecer el combate a la corrupción.

La experta se refiere al Índice Mundial de Percepción de la Corrupción, dado a conocer por Transparencia Internacional el martes pasado, en el cual México obtuvo una calificación de 3.1 y detalla que este índice se realiza con percepciones calificadas a través de diversas encuestas de opinión al ciudadano común, entre otros actores.

“En la parte de combate, se debe fortalecer el sistema judicial que es en donde México ha tenido un muy, muy lento avance, ahí se percibe que las cosas no avanzan... uno de las más grandes problemas es el sistema judicial, hay muchísima impunidad”.

Por ejemplo, agregó, Colombia tuvo que llegar a un punto muy abajo en sus problemas con el crimen organizado para replantearse las reformas de fondo, para llegar a una reforma judicial que fortaleció “impresionantemente” al sistema judicial y de donde salió una fiscalía general que no le rinde cuentas al Ejecutivo sino a la SCJN.

Además, detalla Mizrahi, en términos generales las recomendaciones internacionales para combatir este mal son en dos vertientes: atender la oferta (acciones del gobierno para prevenir ) y la demanda (la capacidad de la sociedad civil demandar a las autoridades y monitorear sus tareas).

En el lado de la oferta, dice, algunas de las acciones que se pueden implementar tienen que ver con la detección; esto es, introducir mecanismos para detectar con mayor eficacia estas prácticas. “Todo mundo sabe que hay corrupción, pero no dónde cómo ni de qué forma. En este punto una de las recomendaciones muy pertinentes para México es fortalecer los sistemas internos de control, que son muy débiles, el control interno tiene dos funciones fundamentales: prevenir y combatir”.

En términos de la demanda, se pueden crear incentivos para que los funcionarios públicos se sientan menos tentados este tema, considera la experta, lo cual está estrechamente relacionado con la transparencia. “Eso ayuda muchísimo a disuadir prácticas corruptas que se esconden en desórdenes administrativos, básicamente”.

Sin embargo, a pesar de que México en esta década se sumó a los pocos países de América Latina con una ley de transparencia federal, no se reflejó en calificación una mejora en la lucha contra la corrupción. De acuerdo con la consultora para el BM, esto se explica de una manera: “La ley de transparencia mexicana ha tenido un éxito reconocido, pero no le corresponde a esta ley castigar a quienes cometen delitos. Si es que hay consecuencias de este tipo, la percepción empieza a cambiar, pero esto no ha pasado en México”.

CREDITO:

Redacción


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