Los jóvenes de entre 15 y 19 años que viven las condiciones del desempleo y el abandono escolar pronto se ven involucrados en escenarios de paternidad a temprana edad y altas tasas de dependencia
Nurit Martínez
El Universal
Sábado 23 de octubre de 2010
nurit.martinez@eluniversal.com.mx
La falta de oportunidades de empleo, la deserción escolar y la baja calidad educativa hacen del fenómeno nini una bomba de tiempo cuya magnitud y costos no ha dimensionado el Estado mexicano a fin de desactivarla, advierte un estudio del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (CRIM–UNAM).
Según el documento, esta exclusión provocará que aumente el número de jóvenes que opten por la migración, la economía informal y la delincuencia. Pero quienes ven aún más afectada su situación son los adolescentes provenientes de hogares de bajos ingresos, debido a que el abandono escolar temprano les dificulta obtener un empleo.
El estudio particulariza que los jóvenes de entre 15 y 19 años que viven las condiciones del desempleo y el abandono escolar pronto se ven involucrados en escenarios de paternidad a temprana edad y altas tasas de dependencia. La existencia de este “contingente creciente que no estudian ni trabajan ha sido provocada por las restricciones del mercado laboral pero también las del sistema educativo”.
Actualmente, 37% de los adolescentes abandonan la escuela antes de completar la secundaria y, según el estudio, la cifra podría incrementarse dado las condiciones económicas.
Abunda que el abandono de los estudios se convierte en un área problemática en el panorama laboral de los jóvenes, puesto que los niveles de calificación que alcanzan, aunque más altos que en el pasado, de todos modos no los constituyen en un grupo con posibilidades de ser empleados.
Los investigadores de la UNAM advierten que “lo que no debe dejarse de lado es que muchos de ellos han encontrado modos de obtener ingresos por otras varias vías no siempre legales, cuando no francamente ilegales, vinculadas a fenómenos crecientes de marginalidad e ilegalidad que se dan sobre todo en las grandes zonas urbanas”.
Ante este escenario la investigación señala que “no se advierten signos de que el Estado mexicano haya comprendido y asumido las dimensiones y costos en toda su magnitud de que esta situación se mantenga en el futuro. Si un alto porcentaje de los jóvenes están segregados de la educación y el empleo, es imposible que esto no tenga repercusiones en los diversos órdenes de la vida social: en materia de desigualdad, bienestar, desarrollo humano, salud pública y seguridad”.
El Conapo planteó como indispensable crear cada año al menos 800 mil puestos de trabajo “estables y con buena remuneración”.
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