Existe una realidad lacerante que Edna Jaime, directora general de México Evalúa, describe sin tapujos en un artículo reciente para El Semanario: “La evidencia es abundante: nuestro gobierno no da resultados. Por lo menos no los requeridos para sacarnos de la condición de atonía y mediocridad en la que estamos inmersos desde hace años.
“Al actuar gubernamental, y al ejercicio del gasto en lo particular, le falta contundencia: incrementamos el gasto, ampliamos programas y la realidad poco se inmuta.
“La maquinaria gubernamental transforma los pesos que nos extraen de nuestros bolsillos, en centavitos que se aprecian en escuelas mal equipadas, hospitales sin medicinas, carreteras insuficientes y policías con salarios de hambre.
“El argumento de que esto refleja una hacienda pública estructuralmente pobre, tiene elementos de verdad. Pero no habría más que echar un ojo a nuestros años de boom petrolero, los de los setenta y ochenta y los recientes, para constatar que nuestra capacidad de hacer locuras, cuando nos cae dinero de más, es enorme. La calidad y contundencia de un gobierno en sus intervenciones ciertamente tiene que ver con su capacidad económica, pero mucho más importante son los arreglos institucionales, el tejido fino dentro de sus estructuras, los que determinan su calidad y efectividad.
“Qué mal han de andar las entrañas de nuestros gobiernos en todos sus órdenes, cuando nos ofrecen resultados tan pobres.”
Subrayo todo lo dicho por Edna.
Los ciudadanos estamos horrorizados por la violencia en nuestras calles, por nuestros muertos inocentes que se incrementan cada día a manos de las organizaciones criminales que se pelean los rincones de tránsito de droga en el país, por la criminalidad que ha secuestrado nuestra libertad.
Pero también los ciudadanos debemos horrorizarnos por la impudicia con la que se manejan buena parte de los recursos públicos —de nuestros recursos— y que se traduce en niños y jóvenes con un futuro cercenado por la mala educación, en muertos innecesarios en carreteras en malas condiciones, o en viviendas precarias que fueron arrolladas por un temporal por la corrupción que deforestó la montaña.
Es tiempo que los ciudadanos también nos aterremos cuando nuestros recursos son manejados con un alto grado de irresponsabilidad y de inmoralidad.
Sígale la pista...
EL GUARDADITO DE LA SEP (IX) Ayer se comunicó con este columnista el director general de personal de la SEP, Edgar Ybarra, para explicarnos que cometieron errores en el cálculo de las prestaciones de miles de plazas del sector central de la secretaría y que se publicaron en el tomo 8 (Analítico de Plazas y Remuneraciones) del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011.
Como le informamos aquí, el documento contiene miles de plazas de la SEP con elevadísimos montos por prestaciones como que un jardinero, cocinera o taquimecanógrafa perciben 40 mil pesos mensuales por prestaciones derivadas de “condiciones de trabajo y contratos colectivos”, cuestión que dio lugar a una serie de suspicacias. La justificación del error es —según Ybarra— que la elaboración del tomo 8 del presupuesto es una novedad que intenta, precisamente, transparentar los recursos públicos. De acuerdo a la SEP la próxima semana Hacienda dará a conocer el nuevo documento corregido. Esperaremos y diremos. (El Semanario Agencia, ESA)
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