martes, 10 de agosto de 2010

¡Ofensa al pacto federal!

Martha Anaya

August 10, 2010

El Presidente de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia, no podía ocultar su malestar por el camino que se abría para que los matrimonios entre personas del mismo sexo realizados en el Distrito Federal fuesen reconocidos en todo el país.

Contra su opinión, y la de Salvador Aguirre Anguiano, siete ministros se habían ya pronunciando por la validez y reconocimiento oficial de los matrimonios gays en el resto de las entidades federativas, les gustara o no la medida decidida por los defeños.

-¡Es un ofensa al pacto federal!-, soltó en un momento dado Ortiz Mayagoitia ante el azoro de los asistentes al pleno que atestiguaban cómo se jaloneaba al Artículo 121 de la Constitución Federal en discusión y en cuyo considerando cuarto señala: “Los actos del estado civil ajustados a las leyes de un Estado tendrán validez en los otros”.

La parsimonia habitual de Mayagoitia fue colmada cuando su colega José María Aguilar soltó que había que dejar de hacerse bolas con el 121 porque era muy preciso y claro –por ello no se había encontrado tanta jurisprudencia al respecto—y que no era “ni difícil, ni complejo” como querían hacer ver algunos (Aguirre Anguiano) para entrampar la discusión.

Fue entonces que se apoderó del micrófono el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (faltaban aún por fijar su postura Margarita Luna Ramos y José de Jesús Gudiño Pelayo) y alegó –al igual que el Procurador General de la República—que con tal medida “¡se rompe la armonía del sistema federal!”.

El verdadero problema del asunto, situó, es que los Estados quedan sometidos a considerar la validez de todo acto del Registro Civil (matrimonios, nacimientos, defunciones, divorcios).

-Supongamos –propuso—que un estado de la República definiera como matrimonio la poligamia…, ¿qué vamos a hacer?, ¿qué actos se van a elevar al Registro Civil? Morelos y Yucatán han constitucionalizado la definición de matrimonio como la unión voluntaria entre un hombre y una mujer…

Ya en la sesión anterior Ortiz Mayagoitia se había pronunciado en contra de cambiar el concepto de familia, en contra de validar los matrimonios entre personas del mismo sexo. Perdió esa batalla.

Ahora intentaba evitar que dichos matrimonios tuviesen que ser reconocidos en el resto de los estados, por más que los ministros Sergio Valls, Olga Sánchez Cordero, Fernando Franco, Juan Silva Meza, Arturo Saldívar, Luis María Aguilar y José Ramón Cossío, opinasen en sentido contrario.

Pero ni siquiera el subrayado de los distintos ministros de que reconocer la validez de los matrimonio gays en otras entidades NO implica que el resto de los Estado deban celebrarlos, convenció a Ortiz Mayagoitia.

Sugirió entonces otro camino para ganar esta batalla: no elevar al Registro Civil los matrimonio gays realizados en el DF.

Ahí, sin mayores protocolos, el presidente del pleno suspendió la sesión. La historia aún no termina.

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