Pero en un llamado de auxilio, la aerolínea que requiere de una urgente inyección de cuando menos 100 mdd, lanza una invitación a sus trabajadores para que tomen una parte del capital de la empresa. Situación nada sencilla en el contexto nacional del sector.
“No es tarea fácil. Me parece que estamos frente a un mundo bizarro donde los trabajadores están aportando lo único que tienen: sus contratos colectivos. No tenemos dinero líquido para inyectarle”, responde la líder de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Lizette Clavel.
Según datos extraoficiales, Compañía Mexicana de Aviación (CMA) está en quiebra técnica, dado que hasta el cierre de 2009 sus deudas eran de unos 17,900 mdp, mientras que sus activos sumaban 14,000 mdp.
¿Qué pasó? A varios días de que estallara esta historia, especialistas en la materia, que piden no ser identificados, no dudan en que todo se debe a una serie de errores de parte de la controladora de aerolíneas que tiene como accionistas a los empresarios Gastón Azcárraga, Ángel Losada y Juan Gallardo Thurlow, que ahora ofrecen a los sindicatos una participación accionaria en todo el grupo.
Visto en retrospectiva, la propuesta contrasta con la primera postura de vender CMA en la simbólica cantidad de un peso. Bajo esos términos, los analistas presumen que el cambio de estrategia tiene que ver con el hecho de que los acreedores ganaran una primera batalla en el proceso de concurso mercantil.
Así, los expertos sostiene que CMA no tiene un plan de vuelo para hacer frente al concurso mercantil, pero tampoco para salir al paso sin el auxilio de los dos principales sindicatos: ASSA y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), con el objeto de operar a través de un tercero a Click y Link. En ese sentido, trascendió que CMA pretendía pactar con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), en sustitución de los anteriores gremios.
Al respecto, Lizette Clavel manifiesta que, más allá de una controversia sindical, se trata de un conflicto que pone en evidencia la poca pericia de los directivos de CMA para resolver la situación administrativa, financiera y mercantil, por lo que está urgida de capital fresco.
A través de un comunicado, la empresa informó que, junto con los sindicatos, está en busca de inversionistas interesados. Así, la lectura de los expertos estriba en que Azcárraga, Losada y Thurlow, entre otros accionistas, no están dispuestos a inyectar más capital.
Por su parte, los sindicatos han declinado proporcionar el nombre de los potenciales inversionistas con los que estarían tomando una participación accionaria en Mexicana. Aunque se comenta que podrían ser administradores de fondos de capital privado. Un ejemplo de esto es el potencial interés que surgió el año pasado de Advent Internacional, cuando anunció su intención de tomar una participación en Aviacsa.
A la par, los expertos consideran que si los pilotos y sobrecargos deciden capitalizar parte de sus “jugosas” prestaciones laborales podrían tomar hasta 5% de la controladora.
Víctor Pavón, investigador del Centro de Negocios Internacionales y Sustentabilidad de la Universidad Metropolitana de Londres, expone que los primeros impactos de la crisis en CMA recaen en dos actores: los pasajeros por la cancelación de vuelos, que podría dar lugar a sobrecostos por parte de otras aerolíneas; así como en la cadena logística que en algunos 4procesos de producción justo a tiempo requiere transportar componentes por la vía aérea. A largo plazo, y en caso de que quebrara la firma, también cabría la posibilidad de perder las rutas a EU.
EL MODELO AEROMÉXICO
A diferencia de lo que ocurre con CMA, Aerovías de México (mejor conocida por su marca comercial como Aeroméxico) logró en dos años incrementar considerablemente su precio con respecto al pago que sus directivos hicieran al gobierno federal, cuando tomaron el control de esta aerolínea.
En mayo de 2010, El Semanario publicó que el capital social de Aeroméxico era equivalente a 310 mdd, monto que superaba 24% a los 249 mdd que pagaron en octubre de 2007 los accionistas encabezados por Banamex.
En 2005, Grupo Posadas pagó por CMA y Aerovías Caribe (hoy Click) y otras empresas relacionadas 165.5 mdp, cifra que se redujo por disputa legal a 155 mdd.
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