Forman cadena humana contra la Supervía

La presencia de manifestantes complica la circulación sobre Avenida Luis Cabrera en dirección al poniente


Alberto Acosta

Ciudad de México (01 agosto 2010).- Alrededor de 4000 vecinos de las Delegaciones Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Tlalpan y Tláhuac, inconformes con la Supervía Poniente, se manifiestan este domingo sobre Avenida Luis Cabrera, a la altura de Contreras, para reiterar su rechazo a dicha obra.

Los vecinos quejosos realizan una cadena humana que parte de la Casa Popular, en la zona de San Jerónimo, hacia La Malinche, donde la semana pasada iniciaron los trabajos de demolición de casas para dar paso a la Supervía.

Con pancartas, mantas y carteles, los colonos critican al Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, por su proyecto.

Francisco López, integrante del Frente Amplio contra la Supervía Poniente en defensa del Medio Ambiente en Magdalena Contreras, leyó un pronunciamiento en el que señaló que el proyecto abre la puerta a la urbanización de áreas de conservación que sobreviven en pueblos originarios, como San Nicolás Totolapan, San Jerónimo Lidice y San Bernabé Ocotepec, entre otros.

"Este modelo de crecimiento horizontal de la Ciudad pone en riesgo de extinción al único río vivo de la Ciudad, el Magdalena, y al bosque de agua donde se recarga el acuífero y se filtra el aire contaminado", señaló López al leer el pronunciamiento.

"Algunos legisladores sin conciencia modificaron en complicidad distintas leyes que allanaron el camino legal para emitir diversos decretos a modo".

La presencia de manifestantes complica la circulación sobre Avenida Luis Cabrera en dirección al poniente, pese a que los inconformes han tratado de mantener su valla sólo sobre el carril lateral.

Los quejosos aseguraron que privilegiarán el diálogo y las acciones legales y pacíficas, por lo que emplazaron al Jefe de Gobierno para debatir sobre el proyecto, con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal como intermediario.

En su pronunciamiento, los vecinos exigieron al Gobierno capitalino y a las empresas encargadas del proyecto detener cualquier actividad relacionada con la obra de la Supervía, y que las autoridades capitalinas garanticen que no usarán la fuerza pública para imponerla, y sólo así aseguran que levantarán el plantó que tienen en La Malinche desde el lunes.