lunes, 21 de junio de 2010

TELECOMUNICACIONES En pie de guerra





Vienen cambios profundos en la industria que se encarga de comunicar a los mexicanos. A partir del segundo semestre de 2011, la hegemonía de Telmex en la telefonía fija se someterá a la competencia, ante la irrupción de un consorcio encabezado por Televisa que hará uso de un par de hilos de la CFE


Definitivo: para enfrentar a un monstruo, y demostrar que su poder no es inconmensurable, se necesita crear otro monstruo. Eso está por ocurrir en las telecomunicaciones, después de definir la concesión de la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Así, está en marcha una revolución que será protagonizada por Teléfonos de México (Telmex) y el trinomio conformado por Televisa, Telefónica y Megacable.

El choque de trenes es inevitable, ante un negocio que en números redondos se valora en la cifra de 385,000 mdp anuales. De esta manera, una lucha de gigantes se aproxima y en ésta sólo hay dos contendientes: la empresa telefónica presidida por Héctor Slim y el grupo encabezado por Televisa y Telefónica.

Por lo pronto, Televisa, a través de diversos movimientos, ya ha enseñado los dientes. La empresa de medios, que no respondió a la solicitud de entrevista hecha por el reportero, tendrá acceso a la red de la CFE, una infraestructura de alto impacto en las telecomunicaciones. De esta manera, por la fibra óptica será posible transmitir 800 gigabytes por segundo, una capacidad extraordinariamente elevada que, consecuentemente, pondrá en predicamentos a Telmex.

¿Qué repercusiones tiene esto para la mayor empresa de telefonía fija del país? El tiempo lo dirá, pero se proyecta un choque de trenes.

“Con la red de la CFE, el mayor productor de contenidos en español del mundo asegura una vía de distribución de sus programas, sin tener que depender de un tercero, por lo que se convertirá en un fuerte operador de servicios de telecomunicaciones”, dice Manuel Jiménez, analista de IXE Grupo Financiero.

“Telmex es un monstruo demasiado grande para el gobierno y, por eso, lo quiere poner en orden a través de la competencia, pero es tal monstruo que la única empresa que verdaderamente puede competir con Telmex es otro monstruo”, señala Alejandra Palacios, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Bajo estas consideraciones, la operación de dos hilos de la fibra óptica marcará el principio de una guerra, donde se harán sentir los equilibrios entre los contendientes y en la que un actor se verá beneficiado: el consumidor.

LUCHA DE FUERZAS

Los primeros zarpazos de esta guerra ya se han hecho sentir y, en cierta medida, han trastocado la correlación de fuerzas en la industria.

Así, de primera mano es posible decir que Televisa quiere más poder. Desde tiempo atrás, cuenta con tres operadores de cable: Cablevisión, Cablemás y TVI, que juntas representan más de 1.5 millones de suscriptores únicos, a los que ofrece servicios de televisión, internet y telefonía, y cuyas ventas anuales crecieron 36% en 2009 a 9,241 mdp.

Después, gracias a la inversión por 1,440 mdd que hará en Nextel –con la que ya se perfila para concursar por más espectro– se le abrirán las puertas de la telefonía móvil y tendrá la posibilidad de empaquetar este servicio con el que ya otorgan sus subsidiarias de TV restringida, para ofrecer el cuádruple play.

Un vistazo a sus números del primer trimestre de 2010 revela que el segmento de las telecomunicaciones representa 22.1% de las ventas totales del consorcio mediático, y su margen de utilidad alcanzó 33.1%, margen muy superior a la utilidad de operación consolidada del grupo (20.8%). De esta manera, se muestra el interés de Televisa por este sector, que se intensifica con la concesión de la fibra óptica.

Del otro lado de la moneda, Telmex no ha vivido su mejor momento en años recientes. Sus ingresos han descendido consistentemente desde 2007 y actualmente son similares a los que tenía hace cinco años. Y su número de clientes no ha corrido con mejor suerte, al pasar entre 2007 y 2009 de 17.8 millones de líneas a 15.8 millones. Aunque cabe señalar que el número de sus clientes con servicios de banda ancha creció 30.2% en 2009 y 71.3% en 2008.

Al respecto, los analistas consultados refieren que esta baja es natural, sobre todo porque se observa una especie de estancamiento en los servicios de la telefonía fija. En ese sentido, refieren que las tendencias del mercado están marcando, por sí solas, la sangría de Telmex.

Como sea, su retroceso es claro al echar un vistazo a los últimos datos de portabilidad numérica pues en 2009 Televisa y Megacable ganaron una fuerte cantidad de líneas, y Telmex tuvo que desconectar 266,000.

Así, sostiene la consultora The Competitive Intelligence Unit, la telefonía fija es un mercado a la baja, ya que en términos de clientes cayó 6.5% el año pasado y su valor de mercado también ha cedido terrero ante el creciente apetito por servicios de comunicación móvil.

Según el último reporte anual de Telmex, sus ingresos se han visto reducidos en años recientes debido a que la disminución de ingresos promedio por servicios de telefonía local, interconexión y larga distancia, no ha sido compensada por el incremento en los ingresos de los servicios de datos.

Bajo estas condiciones, no es descabellado afirmar que la única forma de que Telmex recupere terreno es a través de la oferta de video. El gobierno ha negado su aval para que eso suceda debido a que espera que ante condiciones más favorables para nuevos jugadores, estos florezcan.

Actualmente, Telmex, a través de una alianza con Dish, sólo puede ofrecer el cobro de televisión restringida, telefonía e internet, pero su título de concesión le impide ofrecer directamente servicios de video; a diferencia de los operadores de televisión por cable, que no tienen ninguna restricción para ofrecer estos servicios en paquete, una opción conocida como triple play. Tampoco puede ofertar el servicio de telefonía móvil en asociación con Telcel, ya que la Comisión Federal de Competencia se lo prohibe; en tanto Televisa, por ejemplo, sí podrá hacerlo en asociación con Nextel.

Al respecto, Ramiro Tovar, catedrático del ITAM, ve solamente una opción para Telmex: exigir el cambio de título de concesión para poder ofertar video. Si quiere competir con los integrantes del consorcio ganador de la red de CFE, la empresa dominante requiere invertir para modernizar el ancho de banda en sus redes locales; es decir, sustituir el alambrado de cobre por cables de fibra óptica y así estar en condiciones de ofrecer mayor ancho de banda.

“Llevar esta fibra lo más cerca posible del usuario, es la única posibilidad que tiene este jugador para responder a la competencia que ya se está dando y que se agudizará. Pero la empresa no modernizará su red si no tiene la certeza de que podrá utilizarla”, añade.

La tarea no será fácil. La modificación de su título de concesión, una añeja pretensión de Telmex, enfrenta la férrea oposición de las compañías que operan la televisión restringida.

Las cableras temen el poder que tiene Telmex para negociar contenidos, dada su presencia en América Latina, señala Alejandra Palacios. “Si compra una serie de televisión para transmitirla eventualmente a través de sus redes, lo hace para transmitirla en México, Brasil, Colombia, Argentina… Por eso, esa capacidad le permitiría negociar precios preferenciales”.

Sin embargo, la caída en ingresos y en números de líneas de Telmex debe interpretarse con cautela. Su poder no está en duda (véase participación de mercado en el cuadro adjunto de la página 17). Sigue siendo el operador dominante del país en telefonía fija, seguido de lejos por Axtel con 936,000 líneas. Además, pertenece al grupo de control que también posee a América Móvil, tenedora que bajo su marca Telcel domina el mercado de la telefonía celular.

Por ello, “es prematuro decir que Telmex ha perdido su posición dominante”, apunta Andrés Coello.

Por eso, y pese a la adjudicación de la red de la CFE, se calcula que al menos 20% de la población seguirá teniendo acceso exclusivo a la red de Telmex, previsiblemente en las zonas menos rentables, donde el jugador dominante fue obligado por el gobierno a extender su red, mientras que Televisa y sus socios no llegarán por falta de interés económico.

El diagnóstico de Marcela Dueñas, analista de Standard & Poor’s (S&P), coincide: Telmex mantiene su fortaleza y muestra márgenes de rentabilidad fuertes. Y su consolidación con América Móvil permitiría lograr algunas sinergias de tipo estratégico. Telmex tuvo ingresos por 119,200 mdp en 2009 y ganancias por 28,955 mdp. Su margen de operación disminuyó a 28.9% en 2009, de 32.0% en 2008, en tanto la utilidad neta se incrementó 1.4% el año pasado y disminuyó 30.2% en el ejercicio previo.

LA RECONFIGURACIÓN

“El mercado de telcos sufrirá cambios muy profundos”, pronostica Andrés Coello, analista de BBVA Bancomer. “Lo que viene incluye situaciones hasta hace poco difíciles de imaginar”.

Tal es el caso de la empresa de medios Televisa, consolidada como un gigante de las telecomunicaciones y ofreciendo servicios cuádruple play, de la mano de su flamante socio Nextel; o la española Telefónica con capacidad de transmisión de datos, lo que le permitirá rentar parte de ella a operadores de cable, en lugar de pedirla prestada a jugadores como Maxcom y Axtel.

También se desvanecerán aún más las fronteras entre participantes de distintas industrias y en el futuro se verá a la compañía presidida por Emilio Azcárraga compitiendo seriamente por clientes con Telmex, e incluso Telcel (filial de América Móvil), que tienen una cuota de 82% y 71%, en sus respectivos mercados.
Por su parte, José Coballasi, especialista de S&P, opina que una vez que Telmex se una con América Móvil, el operador de telefonía celular podría utilizar la fibra de Telmex y Telmex Internacional para transmitir datos, en lugar de tener que invertir en la ampliación de su propia red. Además, podrían realizar ciertas compras en conjunto para reducir costos.

Pero esas sinergias y su extensa red de poco le valdrán a Telmex sin la posibilidad de ofrecer video. Y mientras eso no ocurra, no tendrá mucho más que hacer salvo mirar cómo siguen decreciendo sus abonados e ingresos. Esa circunstancia la deja mal parada ante las cambiantes condiciones del sector, que no serán menores.

Los analistas de S&P esperan una consolidación de la industria, que dará pie a dos jugadores de gran calado: Televisa y América Móvil. Llama la atención que Telmex no está en esta dupla. Y las empresas pequeñas tenderán a desaparecer. Este proceso es dinámico. Megacable acaba de anunciar la adquisición de Omnicable, una pequeña empresa que opera en el noroeste del país.

Así las cosas, la pregunta relevante para Telmex es cuándo recibirá la autorización para ofrecer servicios de televisión. Varias fuentes opinan que el ansiado cambio a su título de concesión podría darse este año. “No falta mucho para que esto ocurra”, considera Palacios, del Imco.

Reportes de prensa dan cuenta de negociaciones en esa dirección entre el operador y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Pascual García Alba, coordinador de asesores de la subsecretaría de Comunicaciones de la SCT, ha dicho que en 2010 se espera concluir la negociación con Telmex para que preste triple play a cambio de acciones pro competencia.

El visto bueno podría depender de las negociaciones de los precios topes en la canasta básica de Telmex, en la que se espera que las autoridades exigan condiciones de mayor equidad en rubros como interconexión, tarifas de telefonía local, larga distancia, banda ancha y conexión e instalación. La agenda también incluiría eliminar el doble cobro, que se da cuando la empresa cobra al usuario la tarifa por minuto en llamadas a celular al tiempo que también las descuenta del número de llamadas incluidas en paquetes de 100 o 200 llamadas. Según estimaciones de la prensa especializada, sólo en el ajuste de este asunto estarían en juego unos 400 mdd.

Pero dado lo costosas que podrían resultar para Telmex las peticiones que le haga el gobierno, es incierto si las reglas del juego realmente se modificarán a su favor en el corto plazo. El peso económico de dichas condiciones podría ser tal, que no valdría la pena que Telmex las aceptara, dice Coello de Bancomer.

Dada la presión a la baja en los precios de los paquetes que incluyen video, “incluso si Telmex ganara un millón de suscriptores de video, si esos suscriptores tuvieran una ARPU (la medida de ingresos medios por usuario) parecida a la que tiene Dish, (y) si el gobierno le pide eliminar el doble cobro, no tendría sentido económico”.

Visto así, la posibilidad de ofrecer video no sería la panacea. “En México los clientes perciben al video como un servicio de mayor valor añadido que la telefonía. Es decir, es más fácil que un cliente decida añadir voz a un paquete previamente contratado de video, que viceversa”, dice BBVA Bancomer en un reporte.

Este fenómeno se obser-va en el fuerte incremento en la participación de mercado de Televisa y Megacable en el negocio de voz entre 2007 y 2009, mientras que Axtel y Maxcom –antes los mayores competidores de Telmex– permanecieron prácticamente sin cambios.

No está claro hasta cuándo Telmex tendrá que arreglárselas en condiciones desventajosas, situación que no deja de ser irónica luego de tantos años de indiscutible supremacía.

Pero una cosa es segura: la bonanza para el principal operador de telefonía fija ha pasado y ahora tendrá que aprender a compartir el pastel con otros jugadores.


TELEVISA, TELEFÓNICA Y MEGACABLE

El negocio que viene

El par de hilos de fibra óptica cedidos por la CFE permitirán que los datos que se generen en las redes celulares se transmitan después por las redes fijas. Esto beneficiará tanto a Telefónica como a Nextel (y por extensión a Televisa). Además, estos operadores tendrán espectro suficiente para ofrecer servicios de 3G (tercera generación), que requieren de una mayor capacidad para transmitir información.

Así, tendrán ahorros importantes gracias a que no deberán invertir en infraestructura para unir a unas poblaciones con otras. El acceso a esta red evitaría, por ejemplo, que Telefónica tuviera que reforzar en todas sus antenas la capacidad para poder transmitir más datos a través de una red móvil. En lugar de construir un enlace entre dos poblaciones, sólo necesitará tener cobertura en los pueblos y transmitir señales entre distintos sitios a través de la fibra óptica.

Puesto que Telefónica tiene más de 17 millones de clientes, es previsible que haga un uso intenso de la red. Nextel tiene 2.9 millones de clientes.

En lo que respecta a Megacable, la red “nos va a permitir brindar mayor servicio al sector empresarial”, dice su directora de Relación con Inversionistas, Vanesa Lizárraga. En el largo plazo, Megacable reducirá costos operativos, ya que evitará pagar a terceros por el arrendamiento de salidas, lo que en la industria se conoce como costos de enlace.

En general, cuando la fibra óptica se ilumine en el segundo semestre de 2011, los operadores dejarán de depender de otras redes para dar soporte y ofrecer servicios de transmisión de datos al segmento corporativo.

Por lo pronto, las tres compañías ganadoras de la licitación constituyeron una empresa llamada Grupo de Telecomunicaciones de Alta Capacidad.

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