WSJ Americas
Por Mark Whitehouse, Alex Frangos y Sara Murray
La inflación en Estados Unidos cayó el mes pasado a su nivel más bajo en 44 años, lo que pone de relieve el creciente desequilibrio en la recuperación de la economía mundial.
La inflación se ha elevado en economías en auge como China y Brasil, pero se mantiene bajo control, y en algunos casos incluso coquetea con la deflación, en muchos países desarrollados como EE.UU. El gobierno estadounidense divulgó el miércoles que los precios al consumidor, excluyendo los de los alimentos y la energía, subieron apenas 0,9% en abril frente al mismo mes del año anterior. Esto constituye la señal más reciente de cómo un alto desempleo y un exceso de capacidad están conteniendo los sueldos y los precios en gran parte del mundo industrializado.
Al mismo tiempo, sin embargo, las economías emergentes están tomando medidas para combatir brotes inflacionarios. Algunos economistas temen que estas medidas enfríen la demanda de exportaciones que muchos países desarrollados necesitan para impulsar su recuperación. "Las economías emergentes van a tener que pisar el freno, lo que significa que no pueden sostener el tipo de crecimiento de la demanda que han tenido recientemente", señala Stephen Stanley, economista jefe de la corredora estadounidense Pierpont Securities. "Esto tiene implicaciones para EE.UU., Alemania, Japón y cualquiera que exporte a esos países".
La inflación estadounidense mostró señales de que los minoristas se resisten a aumentar los precios, a pesar del encarecimiento de las materias primas, desde la madera hasta el algodón. En total, los precios al consumidor cayeron 0,1% en abril frente al mes previo, informó el Departamento de Trabajo. La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se mantuvo sin cambios. El alza interanual de 0,9% está muy por debajo de la meta informal y de largo plazo de la Reserva Federal (Fed), que se ubica entre 1,5% y 2%.
Aunque los bancos centrales normalmente se preocupan de un exceso de inflación, un nivel demasiado bajo también puede ser un problema. Si los precios no suben lo suficiente para permitir a la Fed elevar su tasa de interés de referencia de su actual nivel de casi cero, por ejemplo, el organismo tendría poco margen para relajar la política monetaria en el caso de que se produzca un nuevo deterioro de la economía estadounidense.
En su última reunión de abril, la Fed redujo su previsión inflacionaria a corto plazo a entre 1,2% y 1,5%, comparado con entre 1,4% a 1,7% en enero. La entidad concluyó que la inflación podría continuar por debajo de su meta hasta entrado 2012, teniendo en cuenta la "sustancial capacidad ociosa" en la economía, según las minutas de la reunión.
Europa también lucha contra la debilidad o la caída de los precios. La tendencia podría exacerbar los problemas de deuda al afectar la recaudación de impuestos a las ventas y otros ingresos que los gobiernos necesitan para cerrar sus déficits presupuestarios. España, Irlanda y Portugal han reportado caídas de la inflación subyacente, mientras que en la zona euro, compuesta por 16 países, los precios al consumidor disminuyeron a un nivel récord de 0,8% en abril.
Los países asiáticos, en cambio, registran tasas de inflación mucho más altas. Por un lado, al vincular sus divisas al dólar estadounidense, China y otros exportadores exponen sus economías a la influencia de la Fed. La decisión del banco central estadounidense de mantener las tasas de interés en cerca de cero para reactivar la economía proporciona un estímulo adicional a los países asiáticos.
Por otra parte, las economías emergentes son mucho más susceptibles a la presión que el alza de los bienes básicos ejerce sobre los precios en todo el mundo. Paul Donovan, economista de UBS en Londres, estima que los costos laborales representan alrededor de 70% de la inflación en las economías desarrolladas y menos de la mitad en las en desarrollo. El resto, afirma Donovan, es consecuencia de las materias primas.
Si bien los precios de los commodities se han moderado tras sus recientes máximos, siguen altos comparados con el año pasado. El índice Dow Jones-UBS Spot Commodity ha retrocedido alrededor de 11% frente a su punto más alto en enero, pero se ubica 64% por encima del mínimo registrado en febrero de 2009.
No hay que perder de vista, en todo caso, que la inflación en la mayoría de los países emergentes ha sido hasta ahora moderada frente a los estándares históricos, y los bancos centrales se han abocado a mantener el crédito a raya más que pisar el freno con fuerza para reducir la inflación.
De todas maneras, los indicadores de inflación que excluyen los alimentos han comenzado a subir, lo que ha generado temores de que las autoridades no tendrán más remedio que subir las tasas de interés y frenar el crecimiento de la economía.
En India, la inflación anual excluyendo los precios de los alimentos se aceleró a 8,1% en abril frente a 7,2% en marzo.
En China, el IPC anual subió a 2,8% en abril comparado con 2,4% en marzo, debido al aumento en los alimentos y otros productos. China también enfrenta una posible burbuja inmobiliaria, después de que los precios de las propiedades urbanas aumentaran 12,8% en abril frente al mismo mes del año pasado.
China e India han subido las exigencias de reservas que deben tener los bancos en relación a sus préstamos para restringir la oferta monetaria. Brasil e India también han aumentado las tasas de interés, algo que China aún no ha hecho.
La incertidumbre sobre la efectividad de los métodos empleados por China para combatir la inflación ha hecho caer fuertemente a sus mercados bursátiles. El índice Compuesto Shanghai ha caído 21% este año ante la inquietud de los inversionistas de que el gobierno fracasará en su esfuerzo de contener los precios y se quedará o corto o largo.
"Hay riesgo de estanflación, una menor tasa de crecimiento junto con mayores precios al consumidor en los próximos meses", dice Jeremiah Feng, administrador de fondos de HSBC Jintrust Fund Management, una gestora de fondos de inversión para inversionistas de China continental.
En otros países de Asia, las autoridades en su mayoría apenas han dado pasos indecisos para ajustar sus relajadas políticas monetarias implementadas durante el auge de la crisis financiera global. Australia ha sido la más agresiva, al subir las tasas de interés en seis ocasiones desde octubre. Malasia y Singapur también han adoptado medidas. Sin embargo, otras importantes economías de la región, incluyendo Indonesia, Corea del Sur y Taiwán, están operando a unas tasas de interés a nivel de la crisis mientras que su crecimiento ha repuntado a los niveles anteriores a la crisis.
—Brian Blackstone y Jon Hilsenrath contribuyeron a este artículo.
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