viernes, 14 de mayo de 2010

Baltazar Garzón abandona la Audiencia llorando y entre aplausos de sus compañeros

El magistrado ha conocido la noticia de su suspensión cautelar mientras tomaba declaración a uno de los imputados en la llamada "operación Pretoria"

El juez Baltasar Garzón, suspendido hoy, ha abandonado el edificio de la Audiencia Nacional minutos antes de las 14:00 horas de hoy llorando y entre los aplausos y gritos de apoyo de sus compañeros y de otras personas como la abogada Cristina Almeida.

Además de muchos funcionarios y jueces como Santiago Pedraz y Fernando Andreu, a los que Garzón ha abrazado antes de salir, decenas de personas se han concentrado en la puerta de la Audiencia, donde corean gritos como "Garzón, amigo, el pueblo está contigo" o "Miserables".

El magistrado ha conocido la noticia de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) había acordado suspenderle cautelarmente mientras tomaba declaración a uno de los imputados en la llamada "operación Pretoria".

Se trata del empresario Josep Singla, que según ha manifestado él mismo a los periodistas había acudido a repetir su declaración ante el juez porque la primera que hizo en este procedimiento, en el que se investiga una supuesta trama de corrupción urbanística en Catalunya, "se había perdido".

Poco antes de la una y media de la tarde, Garzón ha interrumpido la comparecencia por el aviso de una llamada urgente para él -que procedía del CGPJ- y ha hecho salir a Singla y a su abogado del despacho.

Cuando han vuelto a entrar para finalizar la declaración, el magistrado no parecía afectado por la llamada, según Singla, que ha dicho: "Por su lenguaje corporal, daba la sensación de que había recibido buenas noticias".

Nada más finalizar esa comparecencia, los compañeros de Garzón en los Juzgados de Instrucción de la Audiencia Nacional -como Fernando Grande-Marlaska, Ismael Moreno, Santiago Pedraz y Fernando Andreu- han entrado en su despacho para transmitirle su solidaridad.

También lo han hecho miembros de la Fiscalía como Daniel Campos, Ana Noé y Pedro Martínez.

En la Audiencia se encontraba también la esposa de Garzón, Rosario Molina, que ha llegado al edificio judicial sobre la una menos cuarto.

Fuente: La Vanguardia

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues los que han sufrido su dureza y mala fe también deben de estar contentos. Ha sido un juez estrella y trepa y no todos los que no lo quieren son fascistas ni nada parecido, son gente normal hastiada de tanta pompa y tanto horgullo malsano.