sábado, 10 de abril de 2010

Cinco mitos en Estados Unidos sobre el narco en México

Incautación de droga (foto archivo).

Parte de la opinión pública estadounidense siente muy lejano el conflicto del narcotráfico en México.

México está en los medios de Estados Unidos casi todos los días. Pero suele ser sólo por una mala noticia: el narcotráfico y la violencia asociada a la lucha entre los carteles de la droga y de estos con el Estado mexicano.

La opinión pública estadounidense parece fluctuar entre la sensación de que esas historias trágicas se producen en una tierra lejana sin ley con la que no tienen conexión, y la alarma de que esa violencia los está "contaminando" aceleradamente.

Recientemente el Insituto México del Centro Woodrow Wilson, un centro de estudios políticos estadounidense, publicó en el diario The Washington Post, un trabajo sobre la desinformación que hay en EE.UU. al hablar de México.

El director del Instituto, Andrew Seele, uno de los autores del trabajo, explicó a BBC Mundo cómo esa "mitología" muchas veces impide que los ciudadanos, los políticos y los medios de comunicación entiendan bien lo que sucede al sur de la frontera.

Mito 1: violencia indiscriminada

La violencia en México tiene visos regionales, pero hay otras partes que siguen en una paz relativa. Hay que reconocer que en general, México tiene índices de criminalidad parecidos, y en algunos casos menor, a algunos países vecinos

Andrew Seele, Insituto México del Centro Woodrow Wilson

El trabajo señala que ha habido un aumento de la violencia relacionada a la droga, con la lucha entre los carteles por el control de rutas de tráfico hacia EE.UU., el principal mercado para sus mercancias. Eso se percibe sobre todo en zonas fronterizas y en puertos de entrada.

"La violencia en México tiene visos regionales, pero hay otras partes que siguen en una paz relativa. Hay que reconocer que en general, México tiene índices de criminalidad parecidos, y en algunos casos menor, a algunos países vecinos", aseguró Seele.

Aunque en su trabajo Seele asegura que la mayoría de las víctimas son miembros de bandas narcotraficantes (hay pocos civiles caídos en la "línea de fuego", mientras que militares y policías cuentan por el 7% de las bajas, según el artículo) reconoce que "en algunas ciudades la violencia tiene niveles preocupantes".

Ciudad Juárez es el ejemplo más usado, donde desde el 2006 más de 5.000 personas han muerto producto de la guerra a la droga.

Mito 2: causa perdida

En el trabajo de Wilson Center se cita una encuesta realizada por el periódico mexicano Milenio, en el que el 59% de los encuestados creían que los carteles estaban ganándole la batalla al gobierno, una sensación que es compartida por muchos en EE.UU.

Frontera entre México y Estados Unidos.

A diferencia de Ciudad Juárez, El Paso, Texas, goza de uno de los menores índices de criminalidad de EE.UU.

Sin embargo, Seele considera que no es una visión precisa y hace referencia a los éxitos policiales contra los narcotraficantes, como la captura de Arellano Felix, jefe del cartel de Tijuana.

"En el largo plazo, el gobierno mexicano tiene la capacidad de convertir lo que hoy es tema de seguridad nacional en algo de seguridad pública", aseguró Seele, quien aclara que eso requiere apuntalar las actualmente débiles instituciones de justicia.

Los autores del estudio hablan de la urgente necesidad de modernizar y profesionalizar las cortes y la policía mexicana. Consideran que la reforma constitucional del 2008 es un buen punto de partida.

Mito 3: corrupción y narcotráfico

En EE.UU., ciudadanos y autoridades ven a las fuerzas de seguridad mexicana con desconfianza y en el pasado reciente han tenido razones para ello.

A veces esto parece una batalla entre partes del Estado mismo. Hay funcionarios que están atacando al crimen y hay quienes colaboran con el crimen organizado

El año pasado la Agencia de Investigación Fiscal fue disuelta por supuesta corrupción generalizada. El jefe de la Interpol México, agentes de la Fiscalía, jefes policiales regionales y locales, cientos de oficiales y algunos alcaldes han sido apresados por contactos con el crimen organizado.

"A veces esto parece una batalla entre partes del Estado mismo. Hay funcionarios que están atacando al crimen y hay quienes colaboran con el crimen organizado. Pero hay señales positivas, al menos incipientes, y sobre todo hay periodistas valiente y líderes cívicos que piden al gobienro que rinda cuentas a la ciudadanía", afirmó Seele.

Sin embargo, Seele reconoce que "va a ser una lucha larga para cambiar la inercia de la corrupción en algunas partes del Estado".

Mito 4: problema mexicano

Quizá sea el mito más esparcido y el más infudado, porque el negocio del narcotráfico es un mercado bilateral.

El dinero que maneja el crimen organido es dinero de los compradores estadounidenses. Las armas son en su mayoría importadas ilegalmente de EE.UU.

"El dinero que maneja el crimen organido es dinero de los compradores estadounidenses. Las armas son en su mayoría importadas ilegalmente de EE.UU. Estamos hablando de un mercado circular de narcóticos que va de Sur al Norte, y dinero y armas que va del Norte al Sur", aclara Seele.

Los estadounidenses gastan US$ 60.000 millones en drogas ilegales. Se calcula que hasta US$ 39.000 millones salen del país para las cuentas de narcotraficantes.

Desde que llegó al poder el presidente Barack Obama y su gabinete han reconocido la "co-responsabilidad" que tiene EE.UU. en el control del problema al ser el principal mercado que buscan los traficantes y anunció que hará énfasis en los programas para la reducción del consumo.

Mito 5: la violencia viene del Sur

El reciente asesinato de tres estadounidenses vinculados al Consulado en Ciudad Juárez reactivó la alarma de quienes advierten que la violencia de los carteles está contaminando la región fronteriza.

Los grupos mexicanos que operan en EE.UU. intentan no llamar la atención porque le temen a la autoridad con capacidad de perseguirlos y enjuiciarlos

Incluso los medios de comunicación estadounidenses advierten que el problema estaría llegando a zonas más alejadas de la frontera como Phoenix, Arizona, la que han bautizado como la "capital nacional de los secuestros".

Sin embargo, El Paso, Texas, goza de uno de los menores índices de criminalidad de EE.UU., pese a estar al frente de Ciudad Juárez, considerado como uno de los lugares más violentos del continente

Andrew Seele reconoce que "hay violencia asociada al narcotráfico en EE.UU. pero es un tema de violencia local".

"Los grupos mexicanos que operan en EE.UU. intentan no llamar la atención porque le temen a la autoridad con capacidad de perseguirlos y enjuiciarlos. Eso no es perfecto en EE.UU. pero hay un marco intitucional que le complica la vida al crimen organizado y a eso también aspira México y la sociedad mexicana".

Los expertos del Centro Woodrow Wilson rechazan la impresión que tienen muchos ciudadanos, y sobre todo algunos congresistas, de que México está por covertirse en un "estado fallido", como se consideró alguna vez Afganistán o Somalia. Quizá el mito más temido por los estadounidenses.

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