Jenaro Villamil
La revelación de Simón Charaf, dueño del Bar Bar, de que Televisa lo ha presionado y amenazado para que venda 49% de sus acciones en la empresa Imagen y Talento Internacional, confirma la existencia de un complejo entramado de empresas “pantalla” que funcionan como brokers o intermediarios del consorcio mediático, en los cuales participan ejecutivos y algunos miembros del Consejo de Administración de la compañía, sin informar a accionistas minoritarios y en franca violación a su propio “Código de Mejores Prácticas Corporativas”.
En la edición de Proceso del 31 de enero de 2010, la reportera Gloria Leticia Díaz reveló que Simón Charaf, exesposo de Lupita Jones, ganadora en 1991 del certamen Miss Universo y una de las personas más cercanas al equipo actual de Azcárraga Jean, es socio de Televisa en la empresa Imagen y Talento Internacional y participó, junto con Jones, en el consejo de administración de Promo-Certamen, donde Grupo Televisa tenía acciones mayoritarias.
En ambos casos, se trata de compañías dedicadas a la “representación de personalidades del medio artístico, deportivo, de la moda, intelectual, político y científico”, así como a “la promoción, producción, realización, administración y comercialización, en general, de todo tipo de eventos, espectáculos y concursos de carácter internacional”, según consta en los folios 279989 y 188675 del Registro Público de la Propiedad, correspondientes a Imagen y Talento Internacional y a Promo-Certamen.
Tras haberse publicado esta revelación, ni Televisa ni Charaf confirmaron o negaron los vínculos de negocios que los unieron y que ahora los confrontan.
Ahora, él denuncia que Alejandro Benítez, director de Comercialización de Talentos de la empresa, lo amenazó si no vendía al consorcio 49% de sus acciones en Imagen y Talento Internacional.
Benítez, mejor conocido como El Pelón en los círculos internos de Televisa, trabaja bajo las órdenes de José Antonio Bastón Patiño, presidente de Televisión y Contenidos, y es cercano a Alfonso de Angoitia, poderoso vicepresidente ejecutivo y miembro del Comité Ejecutivo de Grupo Televisa. De Angoitia ha desplazado en los últimos dos años a Bernardo Gómez, también vicepresidente ejecutivo, como el principal estratega de Emilio Azcárraga Jean. Estos cuatro jóvenes se hacen llamar Los Cuatro Fantásticos y manejan las decisiones centrales de la principal empresa de comunicaciones del país.
Charaf no sólo confirmó su sociedad con Televisa. También indicó que la televisora está detrás de la utilización de personajes del medio artístico para promocionar a partidos, como en el caso del Partido Verde, o a gobernadores, como el mexiquense Enrique Peña Nieto, a cambio de jugosos contratos publicitarios, cuyos montos reales se mantienen al margen de la fiscalización pública.
El empresario confirmó así lo que Proceso ha documentado desde octubre de 2005 y que ha sido insistentemente negado por Televisa y los gobiernos clientes: la existencia de una red de empresas como TV Promo, S.A. de C.V. y Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia, S.A. de C.V., a través de las cuales realiza los contratos multimillonarios para vender sus espacios publicitarios, sus contenidos informativos e, incluso, la cobertura noticiosa favorable a políticos y gobiernos.
En el caso de Peña Nieto, Proceso obtuvo la copia del primer contrato multimillonario firmado en 2005 entre el gobernador del Estado de México –a través de su director de Comunicación Social, David López– y las empresas brokers de Televisa –a través de Yéssica Miranda, como representante de TV Promo y Radar Servicios Especializados.
Se trató de un plan de comunicación política por 742 millones de pesos, el primer año, de los cuales 691 millones de pesos se dedicarían a publicidad televisiva, así como a asesoría en materia política y de comunicación favorable al gobernador mexiquense para conseguir, en 2011, “fortalecer su liderazgo a nivel regional y su proyección a nivel nacional e internacional”.
Un esquema muy similar se documentó en otros contratos por 331 millones 890 mil pesos firmados en 2005 y 2006 con el gobierno de Tabasco, encabezado por Manuel Andrade y volcado en ese momento en la campaña presidencial de Roberto Madrazo, exgobernador y candidato presidencial del PRI. Casi 80 millones de pesos de ese contrato se destinaron a dos cápsulas o “infomerciales” por mes en los noticiarios Primero Noticias, Lolita Ayala y Joaquín López Dóriga.
En ambos casos, los convenios se firmaron con TV Promo y con Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia. El vínculo entre ambas compañías es Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente corporativo de Comercialización y miembro del Comité Ejecutivo de Grupo Televisa, responsable de la venta de espacios publicitarios y de la comercialización de los segmentos informativos.
TV Promo y Radar Servicios Especializados también le han facturado a los gobiernos federales de Vicente Fox y Felipe Calderón millonarias cantidades por la producción de “spots, infomerciales, programas especiales, mensajes presidenciales” y campañas especiales para los informes de gobierno.
A pesar de los múltiples indicios que vinculaban al principal funcionario de Televisa responsable de la comercialización en la pantalla y en los otros negocios de la empresa (radio, editoriales, espectáculos, cine), la dirección corporativa de Comunicación de Televisa le comunicó a Proceso, en octubre de 2005, que “TV Promo NO representa a Televisa en sus tratos comerciales con partidos políticos, ni con ninguna otra instancia política o gubernamental”.
Sin embargo, en enero de 2007, en su reporte ante la Securities Exchange Commision (SEC), Televisa admitió ante el organismo regulador bursátil de Estados Unidos que TV Promo realiza intermediación con diversos clientes. Admitió que “Alejandro Quintero tiene directa o indirectamente participación” en TV Promo y en otras empresas como Producción y Creatividad Musical, S.A., Maximedios Alternativos y TV Promo Internacional, ya que estas compañías “definen tarifas aplicables a terceros que adquieren servicios de publicidad, las cuales son más bajas que las tarifas que regularmente se pagan”.
La relación poco clara entre TV Promo, Quintero y Televisa despertó suspicacias en los principales bancos de inversión y consultorías de Estados Unidos. La principal sospecha es que a través de ésta y otras compañías, el grupo encabezado por Azcárraga Jean realizara un fraude a accionistas minoritarios de Televisa, al no reportar en sus cuentas los ingresos reales por publicidad política proveniente de los gobiernos y los partidos políticos.
En enero y febrero de 2007 este reportero recibió una comunicación de Davis Bell, analista financiero del banco de inversión Bearn Stearns. Este corporativo, especializado en análisis de riesgos de inversión sobre grandes compañías, expresó en un correo electrónico lo siguiente:
“Estamos con muchas ganas de averiguar más sobre Grupo TV Promo y sus vínculos con Grupo Televisa. Nos gustaría obtener TODA la información que podamos sobre el tema. En su artículo se refiere a varios documentos públicos. ¿Todavía los tiene? ¿Sabe usted cuáles otros empleados y directores de Televisa tienen un interés en TV Promo?”
La investigación de Bearn Stearns se canceló. En marzo de 2008 este banco de inversiones quebró, pero quedaron constancias de algunos análisis, realizados por Christopher Recouso, sobre la expansión de Televisa en el negocio de la televisión por cable y sus vínculos políticos.
Otro indicio de los nexos entre TV Promo y Televisa es un dictamen de abril de 2008, realizado por los auditores de Price Waterhouse Coopers y dirigido a los accionistas de Grupo Televisa. En el apartado “transacciones con partes relacionadas”, los auditores anotan que Grupo TV Promo tiene “cuentas por cobrar” por 103 millones 500 mil pesos a favor de Televisa, y anota lo siguiente:
“Durante 2006 y 2007, el Grupo (TV Promo) pagó comisiones sobre ventas a una empresa en donde un miembro del consejo y ejecutivo de la compañía (del Grupo Televisa) es un accionista, por un monto de 113 millones 972 mil y 49 millones 614 mil pesos, respectivamente.”
Los tentáculos de TV Promo llegan a otras firmas, como es el caso de Grupo Crea TV, compañía dedicada a “la producción y desarrollo en espectáculos y eventos artísticos de cualquier índole”, según el folio número 249801 del Registro Público de la Propiedad.
En esta empresa, creada en marzo de 1999, participaron como accionistas y apoderados, inicialmente, Eduardo Medina Mora Icaza, exdirector del Cisen y exprocurador general de la República, amigo desde la infancia de Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa; Carlos Quintero Íñiguez, hermano de Alejandro Quintero y socio también de TV Promo; Alejandro Soberón Kuri, accionista del Consorcio Interamericano de Entretenimiento (CIE), una de las firmas de espectáculos más grandes de América Latina, que se distanció de Televisa a raíz de la entrega en 2005 de 130 permisos para que la televisora operara centros de apuestas y salas de sorteos de números. También participó como apoderado el escritor Héctor Aguilar Camín, exconductor del programa Zona Abierta.
En enero de 2004 se realizó una reestructuración para incorporar como vocal de Crea TV a Federico González Compeán, responsable de comunicación y vocero oficial de Televisa. El 29 de julio de 2005 la asamblea general ordinaria de Grupo Crea TV ratificó a González Compeán.
Menos conocido y documentado que TV Promo es el Grupo Piljo, S.A. de C.V., creado el 3 de julio de 2001, teniendo como principal accionista a Bernardo Gómez, vicepresidente ejecutivo de Televisa, con el 99%, y como apoderado a Joaquín Balcárcel Santa Cruz, quien ha fungido también como apoderado y abogado general de Televisa.
Grupo Piljo tiene como objeto “vender, comprar, fabricar, distribuir, comercializar, promover, importar, arrendar, exportar, otorgar en usufructo o de cualquier otra manera comerciar con toda clase de productos, bienes inmuebles, equipo, sistemas y máquinas”.
Grupo Piljo adquirió dos terrenos en una zona exclusiva de Valle de Bravo, en la exhacienda Casas Viejas. Uno mide 207 mil 422 metros cuadrados y tuvo un costo de 4 millones 107 mil pesos, y el otro, de 70 mil metros, se compró en 1 millón 848 mil pesos. El primer terreno se ubica junto al hotel ecológico Rodavento, y es ahí donde tanto Emilio Azcárraga Jean como Bernardo Gómez han construido dos mansiones colindantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario