miércoles, 24 de marzo de 2010

En su propio territorio, el presidente Felipe Calderón fue derrotado por los estadounidenses


Uno de los problemas que viene arrastrando el presidente Felipe Calderón en la guerra contra las drogas es la parte de la comunicación política. Este martes, cuando visitó México una delegación de alto nivel, no fue la excepción, sino la demostración de lo rupestre de su manejo de mensajes. Desde Washington, el Departamento de Estado estuvo llenando los huecos de información que se necesitaba durante las horas en que las partes mexicana y estadounidenses pasaban a puertas cerradas afinando lo que ya estaba listo. En la conferencia de prensa diaria en la cancillería estadounidense, a las 12 horas en México, el vocero ya adelantaba lo que traería el comunicado conjunto cuando terminó la reunión. A las una de la tarde, la misma cancillería distribuyó un primer documento de trabajo sobre operaciones de lavado de dinero y contra el tráfico de armas. A las dos de la tarde, entregó el documento sobre la Frontera del Siglo 21, otro de los componentes de la nueva arquitectura de la Iniciativa Mérida. La parte mexicana se quedó mirando. Como siempre. Frente a sus narices, Washington colocó en la opinión pública internacional los temas en la forma y matiz que le interesan a lo largo del día, y les quitó, como si fuera una paleta a un niño, la agenda pública.

No hay comentarios: