Durante el primer día de la cumbre del Grupo de Río, los mandatarios se encararon en una tensa discusión
MÉXICO, febrero 23, 2010.- Todo comenzó en un almuerzo a puerta cerrada con integrantes del Grupo de Río donde, según diplomáticos ahí presentes, la tensión entre Venezuela y Colombia afloró cuando el presidente colombiano Álvaro Uribe, reclamó a Hugo Chávez por el embargo comercial de su país a Colombia.
Incluso, trascendió que Uribe comparó esta situación con el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba, lo que provocó una discusión tensa e inédita frente a lo mandatarios presentes en el hotel Grand Velas, de Cancún, Quintana Roo.
Según diplomáticos, mientras Chávez explicaba la situación comercial entre los dos países, fue interrumpido por su símil colombiano, acalorando más la discusión y el intercambio de acusaciones.
El presidente de Venezuela aseguró que Uribe envió a 300 paramilitares para asesinarlo y éste culpó a Chávez de apoyar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia.
“¡Vete al carajo!”, respondió Chávez, quien amenazó con dejar la reunión en el primer día de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, enmarcada por un discurso de integración de los países sin Estados Unidos y Canadá.
“Sea varón. Estos temas se discuten en estos foros. Usted es valiente para hablar a distancia y cobarde para hablar de frente”, respondió Álvaro Uribe, quien fue de los últimos de mandatarios en llegar a Cancún, Quintana Roo.
Ante la escena, Raúl Castro, presidente de Cuba intervino y pidió calma, postura que siguieron los presidentes de Argentina, México, República Dominicana y Brasil, a través de “un grupo de amigos”.
El presidente mexicano Felipe Calderón explicó en breve conferencia de prensa que este grupo de mediación dará seguimiento a la relación Colombia-Venezuela para buscar soluciones y diálogos a los problemas que enfrentan, lo que fue recibido por Uribe y Chávez de buena forma, pues se mostraron más tranquilos y dispuestos a alcanzar los objetivos del Grupo de Río. (El Semanario Agencia, ESA)
MÉXICO, febrero 23, 2010.- Todo comenzó en un almuerzo a puerta cerrada con integrantes del Grupo de Río donde, según diplomáticos ahí presentes, la tensión entre Venezuela y Colombia afloró cuando el presidente colombiano Álvaro Uribe, reclamó a Hugo Chávez por el embargo comercial de su país a Colombia.
Incluso, trascendió que Uribe comparó esta situación con el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba, lo que provocó una discusión tensa e inédita frente a lo mandatarios presentes en el hotel Grand Velas, de Cancún, Quintana Roo.
Según diplomáticos, mientras Chávez explicaba la situación comercial entre los dos países, fue interrumpido por su símil colombiano, acalorando más la discusión y el intercambio de acusaciones.
El presidente de Venezuela aseguró que Uribe envió a 300 paramilitares para asesinarlo y éste culpó a Chávez de apoyar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia.
“¡Vete al carajo!”, respondió Chávez, quien amenazó con dejar la reunión en el primer día de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, enmarcada por un discurso de integración de los países sin Estados Unidos y Canadá.
“Sea varón. Estos temas se discuten en estos foros. Usted es valiente para hablar a distancia y cobarde para hablar de frente”, respondió Álvaro Uribe, quien fue de los últimos de mandatarios en llegar a Cancún, Quintana Roo.
Ante la escena, Raúl Castro, presidente de Cuba intervino y pidió calma, postura que siguieron los presidentes de Argentina, México, República Dominicana y Brasil, a través de “un grupo de amigos”.
El presidente mexicano Felipe Calderón explicó en breve conferencia de prensa que este grupo de mediación dará seguimiento a la relación Colombia-Venezuela para buscar soluciones y diálogos a los problemas que enfrentan, lo que fue recibido por Uribe y Chávez de buena forma, pues se mostraron más tranquilos y dispuestos a alcanzar los objetivos del Grupo de Río. (El Semanario Agencia, ESA)
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