Regular los alimentos chatarra.-
* Xiuh Guillermo Tenorio Antiga.[1]
La Fundación Mídete, junto a distinguidos invitados como el Senador Ernesto Saro Boardman, Presidente de la Comisión de Salud en el Senado de la República; el Dr. Alejandro Madrazo Lajous, del Programa Derecho a la Salud de la División de Estudios Jurídicos del CIDE; Daniel Gershenson, Presidente de AlConsumidor, A.C.; Gisela Ayala de la Federación Mexicana de Diabetes y Alfonso Cacho de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, presentó formalmente una propuesta de nuevo Reglamento de Cooperativas Escolares.
¿Cuál es el principal objetivo del nuevo Reglamento? Regular el expendio de alimentos y bebidas en las cooperativas escolares de los planteles de educación básica (primaria y secundaria).
Los alimentos y bebidas “chatarra” que se venden en los planteles de educación básica están provocando un verdadero problema de salud pública en México. Sin demérito de otras acciones como 1) dar educación sobre alimentación y nutrición a los niños y ofrecer talleres a los tutores o padres de familia; 2) impulsar un programa de activación física de por lo menos 30 minutos al día; 3) mejorar el nivel nutricional de los desayunos escolares; 4) garantizar agua potable y gratuita en los planteles de educación básica; y 5) reglamentar la publicidad, regular la oferta alimentaria en las escuelas debe constituir en una prioridad para la salud pública de los niños y jóvenes.
El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades asociadas de la población infantil, constituyen una afrenta lacerante que ya colocó a nuestro país como un referente mundial de políticas fracasadas. Vergonzosamente, hay que decirlo, nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial de obesidad infantil, lo cual entre otros efectos, podría convertir a éstas niñas y niños en una generación con menor esperanza de vida que la nuestra.
La evidencia de que el consumo de alimentos y bebidas “chatarra” es relevante como causa del problema de obesidad infantil, está fundada en estudios científicos cuya argumentación resulta incontrovertible:
· Beber un litro de refresco al día, aumenta un kilo de peso en tres semanas.
· La probabilidad de volverse obesos aumenta 1.6 veces por cada lata o vaso adicional de bebida azucarada que se consume al día. [2]
· Según pediatras del Hospital Infantil de México, la concentración de glucosa y sacarosa en las bebidas embotelladas, incluyendo jugos, puede llevar a que el consumo de un litro diario durante dos semanas, aumenta en 1.5 kilos el peso corporal de los niños. [3]
· Está comprobado, como da cuenta el estudio promovido por Walter Willett, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Harvard, que quienes consumen grasas hidrogenadas tienen el doble de probabilidades de sufrir infarto al miocardio. [4]
Por estas razones es que nos dimos a la tarea de formular una propuesta de nuevo reglamento para que sin excusas ni pretextos el gobierno federal cuente con un instrumento para abatir la obesidad infantil en las escuelas, pues siendo éstas las instituciones que nutren de educación a los niños, no es posible que también estén incidiendo en su educación nutricional de una forma tan irresponsable.
Salvo que el gobierno federal esté capturado por las grandes empresas, quienes incidan peligrosamente en la responsabilidad de sus decisiones públicas, estoy plenamente convencido que la propuesta de Reglamento presentada por la Fundación Mídete puede ayudar significativamente para mejorar la salud de los niños.
Si el gobierno federal cuenta con las atribuciones, lo cual es innegable, y si el gobierno federal sopesa el peligro para toda una generación, ésta propuesta podría significar una auténtica revolución alimentaria para millones de mexicanos. En este contexto, sin matices o excusas, todo depende de la voluntad política del gobierno federal.
Habrá que ver si el Presidente Felipe Calderón tiene el valor político, civil y moral de cambiar el panorama de una generación de mexicanos.
[1] Presidente Honorario de la Fundación Mídete, A.C.
[2] Ludwig, DS, Peterson, KE, and Gortmaker, SL., “Relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad infantil: un análisis prospectivo y observacional”, Lancet. 2001
[3] Artículo disponible en: http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n752335.htm
[4] Willett Walter, et. Al., Dietary Fat Intake and the Risk of Coronary Heart Disease in Women, en The New England Journal of Medicine, disponible en: http://content.nejm.org/cgi/content/full/337/21/1491
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