El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, relevó este miércoles de sus cargos a los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, un día después de que descartara la existencia del riesgo de un golpe de Estado.
Lugo aseguró que las FF.AA. no se prestarán a ningún intento golpista.
El cambio, el tercero que ordena Lugo desde su asunción el 15 de agosto de 2008, fue anunciado tras la reunión que el jefe de Estado realiza los miércoles por la mañana con los altos mandos militares.
Un día antes, Lugo había rechazado cualquier riesgo de un quiebre del proceso democrático.
"Yo les puedo asegurar, como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, que institucionalmente no existe ningún peligro de golpe de Estado, por los menos promovido por el estamento militar", afirmó en rueda de prensa.
El mandatario dijo estas palabras ante una consulta sobre rumores de un acuartelamiento de militares y policías durante el fin de semana y en medio de versiones de amenazas de bomba en centros nocturnos de Asunción.
Pero indicó que pueden haber "pequeños bolsones (grupos)" de militares que podrían "ser utilizados por la clase política", aunque aseguró que "institucionalmente las Fuerzas Armadas no se prestarán a ningún tipo de intentona golpista".
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