saber si los pobres lo son porque no ahorran, o viceversa
Martes 20 de octubre de 2009
En México se debe acabar con el mito de que los pobres no pagan sus cuentas, ni pueden ahorrar ni acceder a servicios financieros, señaló Luis Pazos, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), al señalar que en ese organismo no sabemos si los pobres no ahorran porque son pobres, o son pobres porque no ahorran
.
En la inauguración de la segunda Semana Nacional de Educación Financiera, Pazos dijo que la Condusef no se creó para atender a pobres, pero tampoco a ricos, pues Carlos Slim no ha venido a presentar ninguna queja y tampoco ha hablado para que lo orientemos en qué invertir su dinero
. Es una institución, dijo, dirigida a la clase media, que tiene que ver con los 325 millones de contratos con instrumentos financieros que existen en el país, y cuyos titulares requieren ser educados en su manejo.
Entre los usuarios y prestadores de servicios financieros existen mitos como el de que la gente humilde no paga sus cuentas; no es verdad, la clase media y muchas veces los acaudalados gastan más de lo que tienen pues carecen de educación financiera
, señaló.
Hay gente humilde que sí ahorra y para eso está el premio Nobel éste (Muhammad Yunus) de Bangladesh que demostró que la gente más pobre de los pobres puede ahorrar. En África hay datos exactos de que donde hay instrumentos financieros la gente eleva su nivel de vida
, agregó.
En su intervención, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Ignacio Deschamps González, dijo que en cinco años el crédito bancario se expandió en el país 5 por ciento en relación con el producto interno bruto (PIB), lo cual sigue siendo insuficiente para el tamaño de la economía
.
Insistió en que es necesario avanzar en el proceso de bancarización de la población mexicana. Sostuvo que entre 2003 y 2008 México experimentó uno de los procesos más dinámicos de bancarización en el mundo. Precisó que en 2005 había 28 millones de clientes atendidos por la banca, cifra que ascendió a 41 millones en 2008.
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