En algunos 20 centros habilitados para liquidar a ex trabajadores de LyFC se cayó el sistema en los centros de Cuautitlán, Atizapán, Doctores, Tláhuac, Ciudad Azteca y Morelos, entre otras.
A las afueras de estos centros, los afiliados al SME portaban cartulinas para invitar a sus compañeros a no cobrar. Notimex
Ciudad de México.- Hubo poca afluencia y las algunas de la personas que acudieron a solicitar su liquidación en algunos de los 20 centros habilitados, se enfrentaron con situaciones que van desde que sus nombres no aparecían en el sistema, o que había fallas en la base de datos.
A las afueras de estos centros, los afiliados al SME portaban cartulinas para invitar a sus compañeros, muchos de ellos personal de confianza, a no cobrar “las miserias” que les quieren entregar el gobierno de Felipe Calderón y algunos, de plano, no se aguantaron y gritaban al unísono “traidores” y “esquiroles”.
“Yo si la voy aceptar, tengo que mantener a la familia”, respondían algunos trabajadores formados en las filas; otros por el contrario, sólo asistieron a verificar si aparecían en la base de datos, y muchos otros para verificar si les convenía aceptar el monto.
Pero aunque había voluntad de algunos ex trabajadores de LyFC por finiquitar su relación laboral, y llevaron su identificación y recibos últimos en mano, el sistema sencillamente se cayó en los centros de Cuautitlán, Atizapán, Doctores, Tláhuac, Ciudad Azteca y Morelos, entre otras.
Y los que lograron verificar sus datos, en el horario de 9 de la mañana a seis de la tarde, simplemente no salieron con sus cheques, como la autoridad laboral se comprometió, de liquidar de inmediato, porque había serios errores.
En la asamblea se acordó que los trabajadores difundieran entre sus agremiados, que esperaran, que en estos días, el jurídico comenzaría a tramitar los amparos individuales y colectivos contra el decreto presidencial.
Y que con los recursos que se reúnan en las cuentas bancarias, una parte será para que los trabajadores con menores ingresos se sostengan.
Martín Esparza Flores, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, de plano llamó a no caerán “en la burla” de aceptar las “jugosas liquidaciones y compensaciones adicionales” como si esos recursos fuera una “oferta” para obtener “un tiempo compartido o el remate de una casa”.
“El secretario del Trabajo, Javier Lozano, está violentando el derecho de los propios trabajadores y la dignidad de los obreros de una empresa importante.
“La tratan de vender como si fuera una bonanza, como si estuvieran vendiendo casas Geo, o tiempos compartidos, en tal día, porque mira estos son los beneficios que vas a tener y con esto vas a tener un autoempleo y te va a ir bien y es para vivir mejor con tu familia y ya no vas a tener seguridad social y pon tu changarro. Eso es una burla para los obrero”, aseveró.
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