lunes, 21 de mayo de 2012

¡Que pase el candidato! - Roberto Zamarripa

REFORMA

TOLVANERA

Roberto Zamarripa




EPN, la tele es tuya, la calle y las redes nuestras (de las consignas de las marchas de este fin de semana).


No es nuevo que se impugne a candidatos y partidos vinculados con intereses televisivos. Lo hizo Manuel Clouthier en 1988 cuando convocó a un boicot contra el noticiario 24 Horas, de Televisa, porque alegaba "sesgo" y favorecimiento televisivo al candidato oficial, Carlos Salinas.

El viernes 18, estudiantes solidarios con los muchachos de la Iberoamericana -estigmatizados por protestar contra Enrique Peña- acudieron a manifestarse frente a oficinas de Televisa y reclamaron equidad informativa. Al día siguiente, sucedieron las marchas "AntiPeña", dominadas por jóvenes, con repudios al candidato priista y las televisoras.

Hace tiempo que se instaló la política mediática como eje de la obtención del poder público. No se llega a precandidato, a candidato o gobernador si no hay de por medio un acuerdo opaco con los medios electrónicos para la difusión de imagen y la eliminación de pantalla del contrario. No se trata de un acuerdo entre particulares sino del pago con dinero público -y también privado- para la promoción facciosa a cambio de una lealtad del político con los monopolios.


Voto mata copete.


El desplante de un concesionario contra la transmisión del debate provocó repulsa, viralizada desde luego, en las redes sociales, y confirmó las razones del encono de quienes impugnan algo más que una candidatura: el desacuerdo con un proceso político artificial, manipulado y sesgado.

AMLO y Enrique Peña confrontaron en el primer debate presidencial el tema del dinero público entregado a medios. El dinero visto y el dinero oculto.

Posteriormente, Reforma publicó conforme datos del gobierno del Estado de México pagos específicos en televisoras y radiodifusoras por comentarios favorables a Peña como gobernador. El mexiquense comparó esos gastos con los que hace Tequila Don Ramón cuando patrocina un comentario informativo. A confesión de parte relevo de copas: la difusión de obra de gobierno concebida como anuncio comercial y no como derecho de información de los ciudadanos.

Al debate de los medios y las campañas, encaramó Alejandro Puente, titular de Canitec, con un insolente desplegado contra la periodista Carmen Aristegui a propósito de una entrevista con Peña. Ella consideró que ese desplegado representaba los intereses de Televisa, empresa incómoda por los comentarios de vínculos de dicha televisora con el candidato priista.


EPN: puedes comprar a los medios, pero no puedes comprar las conciencias.


"La práctica de la democracia se pone en entredicho cuando hay una disociación sistémica entre el poder de la comunicación y el poder representativo. Dicho de otra forma, si los procedimientos formales de representación política dependen de la asignación informal del poder de la comunicación en el sistema multimedia, no hay igualdad de oportunidades para que los actores, valores e intereses manejen los mecanismos reales de asignación al poder en el sistema político", escribió el sociólogo Manuel Castells (Comunicación y poder, p. 392, Alianza Editorial).

La convergencia entre partidos (Verde y PRI) y monopolios de telecomunicaciones parece trastocar los sistemas representativos. Telebancadas, teleconsejeros, telecandidatos suman a un proceso que trata de decidir desde los medios electrónicos lo que deben decidir los ciudadanos y sus poderes electos.


Si gana EPN, que el Verde me pague vales y medicinas para la depresión.


El choque de redes emerge como el suceso de las campañas. Usuarios de redes sociales que impugnan a redes de poder multimedia cuyo punto neurálgico son las televisoras. Los estudiantes transmitieron sus protestas en vivo desde sus computadoras e inundaron la red social con consignas, comentarios, videos y fotografías. Han hecho de YouTube el canal de sus estrellas con millones de visitas a sus videos tomados con celular. No son protestas partidistas sino incluso rebasan la iniciativa, creatividad y estructuras de los partidos. Son jóvenes que quieren dialogar con la franqueza del Facebook, ver en pantallas la realidad del país con la libertad de YouTube y apuestan a un cambio a velocidad de Twitter. Lo sustancial ya no es a quién le quitan u otorgan puntos en la elección. Impugnan un sistema político cuyo centro de gravedad es el monopolio televisivo. Es el susurro de los incrédulos hecho movimiento con alcances por definir. No creen en los políticos porque su antipolítica no soporta más de 140 caracteres. No creen en la radio y la televisión porque oculta lo que sí pueden ver en las pantallas de sus móviles o sus computadoras.


Aún no decido por quién votaré, pero ya decidí que por Peña no lo haré.


Tranquilos. Un mensaje atribuido a Laura Bozzo, la estrella del escándalo, gritó en Twitter: "Hoy dicen Televisa Idiotiza y los domingos hacen TT (trending topic) a los Pequeños gigantes y no pierden las telenovelas".

Apócrifa o no, la voz de la ideóloga: ¡Que pase el candidato!

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