¿A quién conocí ayer?
Por Tiaré Scanda
De entrada me
inspira más confianza una persona que se fía de su propia cabeza al
hablar en público y no necesita leer un discurso que le escribió alguien
más.
Aún más confianza
si le interesa debatir. Y mucha más si es capaz de reírse de sí mismo al
decir: “El tiempo que dan para los debates es muy corto y yo que no
hablo de corrido…”
Me hace ilusión
que gobierne mi país , tan lastimado por todos lados, un hombre que
tiene un sueño más allá del poder por el poder.
Quienes hemos
criticado la estrategia anticrimen de Calderón pensamos, como Andrés
Manuel, que hay que resolver las causas: generar empleos y oportunidades
para los jóvenes y dejar de solapar la corrupción y la impunidad a
todos los niveles, entre otras cosas.
Anoche tuve una de
esas oportunidades históricas que uno no puede desaprovechar. Dolores
Heredia nos convocó a un grupo de músicos, actores, cineastas,
escritores , productores etc…a una reunión relajada y cercana con Andrés
Manuel López Obrador. Este personaje polémico, líder, tenaz, amado y
odiado pero invencible, Me daba mucha curiosidad verlo de cerquita,
sentir su energía, y de ser posible, hablar con él.
¡Pude todo! Hasta
un abrazo le dí después de decirle : “Andrés Manuel, mucha gente de
clase media piensa que vas a ser un dictador y que les vas a quitar la
casa que con tanto esfuerzo han construido para sus hijos, para dársela a
los pobres”.
Me escuchó con
atención, me sonrió y me dijo que de ninguna manera va a ser así. Le
pedí que lo diga en público para que lo sepan todos aquellos que por esa
razón tienen miedo de votar por él y de apostar por una transformación de fondo en el país.
También escuchó cuando el dramaturgo Hugo Hiriart le dijo que debía ser más específico en lo que proponía porque generalizando sólo caía en lugares comunes.
Escuchó y respondió.
Pero Andrés Manuel
no es como estos remedios que venden afuera del metro que curan todo
desde la reuma hasta un mal de amores. Y no va a gobernar solo. Tenemos
que cambiar todos y participar todos como podamos.
No podemos negar que el PRD ha hecho cualquier cantidad de estupideces y
nos ha dejado tristes y frustrados a quienes pensamos que un gobierno
de izquierda (no radical porque el chiste es que en este país quepamos
todos) sería un mejor camino. No podemos negar que el propio López
Obrador ha tomado algunas malas decisiones que le quitaron la simpatía
de mucha gente. Pero hoy por hoy, ésa es la izquierda que hay y podemos
mejorarla participando.
Es cierto que
entre la gente de izquierda los hay que son radicales y están enojados y
a veces hay en el discurso una carga de resentimiento social que
ahuyenta a muchos. ¿Pero dónde existe el grupo humano donde todos estén
de acuerdo y todo fluya sin conflicto alguno?. Hay que apostar por algo,
lo que se parezca más al país que soñamos para nuestros hijos.
Yo sí quiero un
país donde pueda salir con mi hija al parque y dejarla alejarse más de
cinco metros sin angustiarme. Donde la gente honrada pueda poner
un negocio, trabajar y generar empleos sin tener que estar dándole
mordidas a la delegación para que no se lo cierren con cualquier
pretexto . Donde no puedan existir gobernadores como Mario Marín y que
todos nos enteremos de su vínculo y protección a pederastas y no pasemos
de indignarnos y llorar en la sala de nuestras casas. Donde cada quien
pueda lograr lo que anhela trabajando por ello, y que tenga más quien
trabaje más, pero que no haya millones de jodidos porque simplemente no
tuvieron oportunidad de nada…ni de desayunar.
Me encantó conocer
a Andrés Manuel. Me encantó quitarme la idea de que tal vez iba yo a
votar por “el menos malo” y quedarme con la sensación de que voy a
apostar por la mejor opción.
La clave del
éxito, creo, va a ser seguir atentos todos para exigirle a él y a todos
los gobernantes, que cumplan con lo que les toca, que nos rindan
cuentas, y por supuesto, nosotros, los ciudadanos, hacer nuestra parte
cultivando en nuestras casas valores de los que podamos sentirnos
orgullosos.
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