El nuevo Reglamento Interno de la Cámara de Diputados cuya pretensión es terminar con escándalo, insultos y choques doctrinarios entre legisladores de las distintas siglas partidistas, mediante el “candado” de limitar la expresión parlamentaria a “críticas respetuosas”, ha tenido el efecto contrario ante quienes se niegan hacer a un lado el derecho constitucional a manifestarse sin cortapisas. Las consecuencias de pretender hacer valer a partir del primero de febrero, un reglamento aprobado a medias con 89 “reservas” en sus 285 artículos, terminó en la abrupta suspensión de una sesión y el jaloneo con empujones en la siguiente, lo cual para el presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Jesús María Rodríguez Hernández, no ha sido por la supuesta intención de poner límites a la expresión legislativa, sino por el desconocimiento que existe entre la mayoría de los diputados de su nueva norma.
El diputado del PRI, tras de negar tajantemente que en el conjunto de los nueve títulos y 285 artículos que pretende sustituir la añeja norma de 76 años, en ninguno de sus numerales y fracciones, prohíbe la libertad de expresión, al contrario, dijo, al reconocer que el “respeto” es la única limitante como garantía frente a la sociedad al buen desarrollo del trabajo legislativo. “Los principales elementos del Reglamento son orden y transparencia, afirmó.
Fuente: Eje Central
No hay comentarios:
Publicar un comentario