jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Y la computadora de Ulises?

Martha Anaya

December 16, 2010

Cuenta Gabino Cué, el nuevo gobernador de la alianza PAN-PRD en Oaxaca, que una de las cosas que más le sorprendió ahora que llegó a ocupar la silla que dejó el priista Ulises Ruiz fue no haber encontrado una computadora en su oficina.

¿Y la computadora?, se preguntó, dándole vueltas al despacho y buscando hasta por debajo del escritorio.

Claro, Gabino pensaba que, como en todo despacho u oficina que se respete en este siglo XXI, debía existir una computadora. Así que lo primero que le cruzó por la mente fue un “se la llevó”.

Tan sorprendido estaba el nuevo gobernador que comentó el hecho con sus colaboradores. Y, claro, no faltó quien esbozara la posibilidad de que Ulises se hubiera llevado la computadora bajo el brazo porque seguramente ahí guardaba infinidad de secretos.

Pero otros, más cercanos quizás al estilo de Ulises no tardaron en hacer la broma de que lo que en realidad ocurría estribaba en que Ulises Ruiz era más un personaje primitivo y que más bien lo que había que buscar en la oficina del ex gobernador eran piedras y cinceles.

El caso es que revisaron la documentación de la entrega-recepción (de la cual el nuevo gobierno hará un corte que dará a conocer la próxima semana), el inventario, y resulta que no aparecía ninguna computadora ubicada en la oficina del ex gobernador.

Y por aquello de que pudieran tener razón los bromistas, tampoco encontraron en las listas piedras ni cinceles.

¿Entonces?, se preguntaron.

Bueno, pues valga decirles a unos y a otros que, para empezar, Ulises Ruiz prácticamente no despachaba en lo que fue su oficina, esa que se ubica en la nueva zona administrativa. La mayor parte del tiempo trabajaba en la casa de gobierno.

Luego, según sus cercanos, le gustaba recibir la información de viva voz. Si se trataba de algo confidencial, se encaminaba a un rincón y ahí conversaba con el interlocutor en cuestión, o bien se echaba una caminata con el personaje en turno mientras conversaban.

Cuando de documentos se trataba, refiere la gente de su equipo de trabajo, le gustaba que le entregaran éstos personalmente: “papelito en mano”.

Ese era su estilo de trabajo. Pero no únicamente. Ulises no era tan “primitivo” en esto de la información, como pudiera parecer. Tenía –y lo conserva hasta la fecha—su teléfono inteligente, su BlackBerry, y ahí solían enviarle sus subordinados información inmediata y documentos.

Ulises Ruiz se cuidaba muchísimo del espionaje. Y aunque llegaron a filtrarse algunas de sus conversaciones telefónicas al final de su etapa como gobernador, las pesquisas le llevaron a concluir que ello se había logrado por la “traición” de uno de sus colaboradores afectados por no haber sido el candidato del PRI a la gubernatura.

El caso es que Ulises Ruiz no dejó –porque nunca la tuvo—una computadora en su oficina. No habrá, por tanto, WikiLeaks por esa vía. Quizás por otras. (Ya ayer en el portal de animalpolítico.com se informaba que la Procuraduría General de la República tiene abierta una investigación a los dos ex gobernadores: Ulises Ruiz y José Murat por presuntos vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero)

Y entre tanto, Gabino Cué tendrá que comprarse su computadora para trabajar.

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