viernes, 17 de diciembre de 2010

TELEVISA EL GIGANTE que supo explotar el cabildeo





El imperio de Emilio Azcárraga Jean acumuló más poder y los pronósticos perfilan que su influencia se multiplicará en los próximos dos años. La venta de contenidos y su olfato político serán sus cartas fuertes


Televisa es sinónimo de poder. La empresa de medios comandada por Emilio Azcárraga Jean, heredero de una de las dinastías empresariales más destacadas del país, hoy no sólo tiene un liderazgo económico, sino también una marcada influencia en la toma de decisiones de los asuntos públicos.

2010 fue un año redondo para Televisa. Incluso, en lo que pudo considerarse como un fracaso, salió ganando. Su plan de negocios se expandió y, cuando estuvo involucrada en episodios al filo del escándalo, la televisora salió bien librada. Su presencia se sintió en las élites del poder.

Hoy, seguramente, Emilio Azcárraga respira tranquilo, con la sensación que se produce cuando se piensa que la misión se cumplió y que la siembra que se cultivó en los últimos doce meses dejará una buena cosecha.

Así, en su historial presumirá de varios capítulos luminosos, como la adjudicación de la fibra oscura de la CFE, el freno a una reforma de medios –que hubiera derivado en la conformación de una tercera cadena de televisión–, su alianza con uno de los políticos que va en caballo de hacienda rumbo a las elecciones presidenciales de 2012 y la compra de acciones de Univision, la cadena hispana con mayor penetración en EU.

El entorno ha soplado a su favor. Actualmente, la televisión llega a aproximadamente 98% de la población y la penetración de la televisión de paga apenas rebasa 9%. Por eso, no es casualidad que haya logrado y continúe siendo una de las compañías más dinámicas y con mayor influencia del país.

Alma Rosa Alva de la Selva, catedrática de la UNAM y experta en medios, manifiesta: “2010 fue un año en el que Televisa incrementó su poder político de distintas maneras. Primero, con el coqueteo político con las fuerzas políticas del país (principalmente PAN y PRI). Después, a través de proyectos que buscan llenar los huecos que el gobierno se ha visto incapaz de tapar, como la generación de políticas públicas en pro de la sociedad (léase Iniciativa México). De esta forma, Televisa pretendió hacer políticas desde la pantalla”.

LOS ZARPAZOS CLAVE

Si bien el principal negocio de Televisa se enfoca en la venta de publicidad en televisión abierta, ha buscado convertirse en la primera empresa plenamente convergente en México al sumar dentro de su portafolio de negocios a empresas de telecomunicaciones que le permitan no sólo generar contenido, sino tener distintos y diversos medios para distribuirlo.

Así, su contenido aún mantiene altos niveles de rating en la televisión mexicana, mismos que utiliza a su favor para atraer más clientes o asegurarse lealtad en sus divisiones de televisión restringida, por lo que sistemas ajenos a la televisora –como Dish de MVS– no tienen acceso a sus canales abiertos.

En ese sentido, entre Sky y el segmento de cable y telecomunicaciones, proveen a la compañía de 39% de sus ingresos, y todo indica a que va por más. Hasta septiembre de este año, Sky afilió a otros 793,000 suscriptores gracias a las transmisiones del Mundial de Futbol.

Durante este año, aunque no realizó alguna consolidación en el sector de telecomunicaciones como con TVI y Cablemás, su estrategia sobre las inversiones continúa centrándose en este rubro. De acuerdo a los reportes trimestrales de la firma, a lo largo del año ha invertido alrededor de 711 millones de dólares (mdd), de los cuáles 52% fueron utilizados en Sky, 36% en cable y telecomunicaciones (Cablevisión, Cablemás, TVI y Bestel) y 12% en televisión abierta y otros negocios.

Pero el que podría ser considerado como el movimiento más importante de la televisora se presentó a mediados de año, cuando la CFE anunció la licitación de dos hilos de fibra óptica con cobertura a nivel nacional con una extensión de 19,467 kilómetros. En el proceso, Televisa se asoció con Telefónica y Megacable, y fueron los únicos participantes por lo que cubrieron el precio mínimo de 884 mdp. Para la explotación y pago de la fibra, constituyeron el Grupo de Telecomunicaciones de Alta Capacidad (GTAC) con una participación de 33.33% cada una, con la que harían inversiones adicionales por 1,300 mdp para su iluminación y desarrollo de nuevos segmentos.

Otra acción significativa para Televisa se dio unos meses antes. A principios de año, cuando se especulaba que la compañía entraría al mercado del segmento móvil o telefonía celular de la mano de alguna compañía extranjera, tuvo lugar el lanzamiento de las licitaciones 20 y 21 del espectro radioeléctrico.

Finalmente, el 15 de febrero de 2010, la compañía reveló la firma de un acuerdo con NII Holdings, por la cual adquiriría 30% de Nextel de México por 1,440 mdd, con opción a un 7.5% más dentro de los próximos cinco años, bajo la condición de obtener espectro durante la licitación 21. Ambas compañías formarían NII Digital para participar en el proceso y explotar el espectro.

En el proceso licitatorio, Nextel (aún sin la inversión de Televisa) habría obtenido 30 Mhz de espectro radioeléctrico a nivel nacional en la banda de 1.7 Ghz por un precio de 184 mdp, el mínimo establecido. Esto generó inconformidades, principalmente por parte de Grupo Iusacell, que presentó más de 70 litigios y acusaba irregularidades en el proceso para que el espectro fuera adjudicado directamente a la televisora por el precio mínimo y excluyendo al mismo tiempo a otros participantes de los dos bloques nacionales licitados.

Las suspicacias no se hicieron esperar y pronto se señaló la influencia de la empresa, así como sus posibles relaciones políticas con algunos actores de la política, para lograr la adjudicación de la licitación y el precio irrisorio que tendría que pagar por un bien público que en el corto plazo retornaría la inversión y dejaría jugosas ganancias al consorcio.

Debido a ello, aunque Televisa no dio una postura oficial al respecto, anunció el término del acuerdo con NII Holdings sin dar mayores detalles sobre los motivos que provocaron la ruptura.

Sin embargo, este tropiezo fue rápidamente compensado por la firma. De hecho, los analistas consideran que esto no significó un total fracaso, ya que permitió que la empresa continuara enfocada en su core business, lo que se observó después con la inversión en Univision.

Al respecto, Gregorio Tomassi, analista de Santander Casa de Bolsa, califica la inversión en la televisora hispana en EU como el movimiento de negocio más importante de Televisa durante 2010, después del proceso estratégico derivado de la cancelación de la inversión en Nextel, donde los recursos anteriormente destinados para ello dieron la solvencia a la empresa para realizar esta jugada. “(La ruptura con Nextel) fue un proceso de pensamiento estratégico donde tomaron una decisión y luego la revisaron, y esa revisión fue favorable. Fue un intento estratégico que no tuvo un impacto negativo en Televisa, pero generó una discusión y entendimiento interno que va a ser favorable para el futuro”.

Por otro lado, Andrés Coello, analista de BBVA Bancomer Casa de Bolsa, considera: “Hay versiones encontradas, en el largo plazo habría hecho mucho sentido la alianza con Nextel porque el crecimiento de la publicidad y los contenidos vía internet ha sido muy claro. Haber tenido una presencia en el segmento móvil, no sólo de voz, sino también de datos, habría sido muy importante para Televisa. Por ello, no fue positivo que la televisora rompiera con Nextel, por lo que ojalá se pueda salvar la parte comercial del acuerdo”.

Por una inversión de 1,200 mdd –que los analistas califican como un muy buen precio–, Televisa adquirió 5% del capital social de Univision, además de obligaciones a largo plazo convertibles en 30% de su capital social, y mantiene la opción de adquirir 5% más del capital social. Con ello, se asegura una puerta de acceso para distribuir contenido dentro del mercado hispano en EU, a través de múltiples plataformas.

Por otro lado, y en fortalecimiento de su influencia en los medios de comunicación, la compañía anunció el lanzamiento de dos nuevos canales: ForoTV, un canal informativo que rescata al otrora proyecto Eco y que sustituiría al canal 4 en televisión abierta, así como su canal especializado en deportes, Televisa Deportes Network (TDN).

Con esto, Televisa seguirá apostando por la producción de contenido y su distribución en señales restringidas. Andrés Coello considera que la televisora tendrá un reto al competir en televisión restringida e internet, situación que dificulta la venta de publicidad en televisión abierta, la cual augura se quedará estancada por un efecto de sustitución contra otros medios.

POLÍTICA FINA

A la par de su comportamiento empresarial, Televisa dio muestras de la influencia que tiene en la vida política nacional.

Al respecto, Alma Rosa Alva de la Selva apunta que la injerencia de la empresa en la nomenclatura política se hizo evidente a lo largo del año, sobre todo en casos como el de la licitación 21, donde fue “incuestionable” el rol de la televisora en el juego político nacional, ya que el proceso se vio claramente inclinado hacia un lado de la balanza y, pese a la cancelación del resultado del mismo, Televisa continuará en su búsqueda por adjudicarse esta red.

En el mismo sentido, el diputado Javier Corral, uno de los principales impulsores de una reforma integral a la Ley de Medios, declaró en su momento a El Semanario: “Estamos ante un proceso de captura y cooptación de los órganos regulados, eso se veía venir, les diseñaron las bases de licitación a la medida. Lo verdaderamente grotesco de este asunto es la rapidez con la que se determinó la fusión y con la que se autorizó la compra en términos de los procedimientos a los que nos tenía acostumbrados la CFC”.

Por otro lado, los hilos de la televisora se relacionaron en diversos casos de la política nacional y con distintos actores de la misma. El más notorio lo tejió con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien ya se comporta como el futuro inquilino de Los Pinos.

En otro plano, el de los medios de comunicación, Televisa también dio una exhibición de su fortaleza y jerarquía al enfrascarse en una disputa con dos medios impresos que en más de una ocasión han cuestionado los intereses del grupo: Reforma y Proceso.

Así, con acusaciones referentes a prostitución y trata de blancas, y corrupción al interior de la planilla laboral ante el narcotráfico, respectivamente, Televisa se alzó como el defensor de la dignidad y el ejercicio periodístico, en lo que el círculo rojo catalogó como un acto de “hipocresía” y “doble moral”, dejando caer sobre estas publicaciones el mazo de su instrumento noticioso para dejar en claro sus límites.

De esta forma, 2010 fue un año de gran alcance para Televisa y los augurios indican que 2011 e incluso 2012 –años electorales de gran relevancia para el país en los que desempeñará un rol protagónico–, tendrán el mismo tono para el grupo televisivo, por lo que poco se equivocan quienes le señalan como la empresa más poderosa en México y un medio disponible para el actual gobierno, si no el único, sí es el más poderoso y servicial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Televisa tiene un poder desmesurado en los ámbitos económico, político y social.

Vende publicidad a precios desorbitados.

Promociona o hunde a cualquier personaje según su postura frente a la propia empresa.

Mantiene al pueblo ignorante para que continúe dócil y dúctil.

Todo ello se traduce a naturalezas variadas de dominio.