lunes, 13 de diciembre de 2010

Acuerdo de Cancún: ¿qué representa para América Latina?

Bolivianos con traje típico bailan y reivindican

Uno detrás de otro, los delegados en la sesión plenaria final de la Cumbre de Cancún aclararon que el texto que se acordó está "lejos de ser perfecto". Pero representa una buena base para avanzar hacia un pacto más profundo y legalmente vinculante.

En pocas palabras, el acuerdo evitó que se desmoronara el proceso multilateral sobre cambio climático. La sombra del colapso de las conversaciones sobre libre comercio en Cancún en 2003 pendía sobre esta conferencia. Nunca se recuperaron del todo.

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El fracaso de las conversaciones sobre cambio climático hubiera sido un golpe para América Latina. Aunque la región es responsable solamente del 8 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, es y será particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Varios informes difundidos en Cancún destacaron este punto una vez más.

Por ejemplo, un informe del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas mostró que el número de personas afectadas en la región por las temperaturas extremas, los incendios forestales, sequías, tormentas e inundaciones creció de 5 millones en los años ’70, a más de 40 millones desde el año 2000 al 2009.

Los modelos de cambio climático sugieren que el clima extremo empeorará en este siglo a menos que se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

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Reducir las emisiones

Sin embargo, el acuerdo no garantiza la reducción de emisiones que los científicos señalan como necesarias para evitar el peligroso cambio climático.

Sin embargo, sí acepta que el aumento de la temperatura global debe mantenerse por debajo del nivel de seguridad de 2 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.

El resultado de Cancún abre nuevas oportunidades para que los países de la región puedan acceder a los recursos financieros de la comunidad internacional

Antonio Hill, representante de Oxfam para América Latina

El acuerdo insta a los países desarrollados a "aumentar sus ambiciones" sobre el recorte de sus emisiones. Pero no detalla qué países reducirán sus emisiones, ni cuándo ni en cuánto.

Esto tendrá que ser discutido en reuniones posteriores. Incluso si los compromisos adquiridos por muchos países en los últimos doce meses fueran a ser formalmente aceptados, varios estudios afirman que no serán suficientes para mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados. Queda mucho camino por recorrer.

Financiamiento

El texto acordado también acepta formalmente en el proceso de la ONU lo que se acordó en Copenhagen sobre fondos para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático.

A la suma de “alrededor de 30 mil millones de dólares” para el período 2010-2012 le seguirá la meta de movilizar 100 mil millones de dólares por año para 2020.

El principal problema para América Latina ha sido que este dinero estará destinado principalmente a los países en la primera línea del cambio climático, como países pobres de África y Asia y algunos estados constituidos en islas pequeñas.

Mensaje de esperanza

La cumbre del Clima acabó logrando un inesperado acuerdo, que da lugar al optimismo.

De todas formas, Antonio Hill, un representante de Oxfam para América Latina, es optimista y cree que el establecimiento de un nuevo Fondo y Comité de Adaptación ayudará con financiamiento a los países latinoamericanos para adaptarse al cambio climático.

“El resultado de Cancún abre nuevas oportunidades para que los países de la región puedan acceder a los recursos financieros de la comunidad internacional”, dijo Hill a BBC Mundo.

Bosques

El principio de pagar a los países en desarrollo por no talar sus bosques también ha sido aceptado en el nuevo documento. Algunos detalles quedaron sin definirse, pero los países de América Latina con recursos forestales podrían verse beneficiados.

Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú fueron particularmente explícitos en este punto. Varias organizaciones no gubernamentales expresaron su apoyo a la inclusión de medidas para evitar la deforestación, aunque reconocieron tener algunas reservas.

Greenpeace describió estas medidas como “un gran paso para los bosques, pero es como un paso de borracho, ya que los países eligieron la ambigüedad antes que la claridad”.

Otros son más positivos. “Este acuerdo significa que los países de América Latina recibirán dinero por conservar sus recursos forestales en el futuro”, le dijo a BBC Mundo John Lanchbery, el principal asesor sobre cambio climático de BirdLife International. “Bajo este texto hay salvaguardas firmes para los grupos indígenas y para la biodiversidad”.

Emisiones en América Latina

Bajo este texto hay salvaguardas firmes para los grupos indígenas y para la biodiversidad

John Lanchbery, asesor de cambio climático de BirdLife International

Varios países de la región habían anunciado previamente sus intenciones de reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.

México, Brasil y Costa Rica anunciaron ambiciosos planes de reducción. Costa Rica, por ejemplo, quiere ser libre de carbono para el año 2021. Colombia, Perú y Chile también se comprometieron a reducir sus emisiones con una variedad de métodos.

El acuerdo sugiere que las medidas para cortar las emisiones de gases contaminantes de los países en vías de desarrollo serán sometidas a la verificación internacional sólo cuando estén financiadas por dinero occidental – una fórmula que satisfizo tanto a China, que se había opuesto a tal control, como a Estados Unidos, que lo demandaba.

América Latina demostró estar profundamente dividida durante las negociaciones. Bolivia expresó su fuerte rechazo a los acuerdos, aunque no fue secundada por otros países del ALBA.

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¿Más concientización?

Personas sumergidas por el agua

América Latina será una de las regiones del mundo que más sentirá los efectos del cambio climático.

México tuvo que jugar el papel de intermediario honesto. Brasil mira a los miembros de los países denominados BASIC (particularmente Sudáfrica, India y China) como el principal punto de referencia en las negociaciones.

Argentina es miembro del G-77, pero tiene una pequeña voz en comparación con su tamaño.

Muchos países latinoamericanos pertenecen ahora al grupo de Cartagena, que es percibido como un jugador importante. Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Uruguay son miembros, junto a otros países de la región.

Sin embargo, el efecto más importante del acuerdo de Cancún podría residir en una mayor concientización en América Latina, según afirma Antonio Hill, de Oxfam.

"La mayor sensibilidad pública como consecuencia de la celebración del evento en México se suma a una mayor conciencia de la vulnerabilidad de la gran mayoría de la población regional frente al cambio climático", concluye.

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