El Universal
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El gobierno federal gasta en exceso y con resultados deficientes en educación, salud y equidad social, de acuerdo con una investigación de la organización México Evalúa, presentada ayer en conferencia de prensa.
El estudio Evaluación del gasto en educación, salud, infraestructura y equidad social 2010, encontró que casi 90% del gasto ejercido por el gobierno federal se aplica de manera ineficaz, y por ello el país no cuenta con educación pública de calidad ni con los servicios de salud eficientes, al tiempo que no se cumplen las metas en infraestructura y la desigualdad social va en aumento.
El gasto sectorial analizado en la investigación representa cerca de 87% del presupuesto total ejercido por el gobierno, “lo cual es indicativo de que nos estamos concretando en las áreas que son realmente fundamentales como palanca para el desarrollo económico del país”, aseguró Edna Jaime, directora de México Evalúa.
El análisis en el rubro de educación arrojó que el sistema educativo del país no es barato, pues el gasto en este sector en proporción con el gasto público total, es mayor, por ejemplo, que el de los países de la Organización para la Cooperación y El Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 9%, mientras que el de México es 15%.
Sin embargo, gastar más no ha garantizado un mejor desempeño escolar de los alumnos en las pruebas internacionales, como PISA, ni tampoco la gratuidad de la educación pública, ya que las familias más pobres invierten hasta 10% de su ingreso familiar en imprevistos en este rubro, señala el análisis Evaluación del gasto en educación, salud, infraestructura y equidad social 2010.
En salud, el gasto público per cápita se ha incrementado al pasar de mil 235 pesos por persona en 1990 a 3 mil 125 en 2008, pero ese incremento no ha mejorado la salud de la población ni la infraestructura y la atención médica, y tampoco ha hecho que los ciudadanos inviertan menos de su propio bolsillo, es decir, también financian estos servicios médicos.
Además, el gasto administrativo en el sector salud, es decir, la burocracia, es el más alto de todos los países de la OCDE, señala el estudio presentado.
“En el IMSS, el personal requerido para que funcione un médico de primer nivel es de 20 personas, de las cuales dos son médicos titulares y el resto son doctores de reemplazo, enfermeras, secretarias, asistentes, personal de limpieza, personal administrativo y jefes”.
Para infraestructura, el gobierno federal destina 2.3% del PIB, pero tendría que invertir un 2.6% adicional cada año para alcanzar la cobertura y la calidad que tienen países como Corea del Sur en este sector.
“Esto se refleja en que México ocupa el lugar 60 entre 125 países por la calidad de su infraestructura”, indica el estudio.
Agrega que el plan carretero ha fracasado, “porque está sujeto a una enorme manipulación con fines electorales y sólo lleva un avance de 18.4% de la meta propuesta para 2012”.
“Si las familias más pobres complementan el gasto en salud y educación, el Estado mexicano está fracasando: sus intervenciones no son lo suficientemente profundas y amplias”, aseguró Edna Jaime.
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